Paz Padilla atraviesa uno de los momentos más complicados de su vida después de haber perdido en poco tiempo a dos personas muy importantes para ella. Primero, su marido, Antonio Juan Vidal, y poco después a su suegra.
Unas circunstancias que han llevado a la humorista y presentadora a replantearse absolutamente todo lo que creía conocer hasta el momento. De hecho, eso fue lo que la llevó a escribir un libro 'El humor de mi vida', todo un éxito de ventas.
Paz asegura que cree que su libro tiene una misión. «Creo que tiene una misión, lo tengo clarísimo. La misión de ayudar, de que la gente acepte la muerte como algo natural, dar visibilidad a los paliativos y también ayudar al propio moribundo».
Pero, sobre todo, «entender que a la muerte no hay que tenerle miedo, y vivir el presente, además de valorar el aquí y el ahora, que es el amor».
La importancia de la palabra 'Te quiero'
La humorista ha explicado que su búsqueda de respuestas la ha llevado a investigar diversas ciencias y ámbitos como la neurolingüistica. Gracias a ella, ha descubierto la importancia de palabras como 'te quiero' y el efecto que surte en aquellos que nos rodean.
Aunque Padilla también asegura haberse interesado por la física cuántica, la religión o la filosofía. Así, valora todavía más la importancia de las palabras y el poder que tienen a la hora de hacer feliz a la otra persona.
«Con Antonio descubrí que lo único que importa en esta vida es el desapego. No importa lo que acumules porque, cuando llega el momento de morir, tienes que dejar tu coche, tu casa y tus títulos».
«Te quedas solo con tu conciencia, con el amor que has recibido y con el que dejas. Entonces, para mí, ahora todo en la vida me da exactamente igual».
«Al fallecer, el castillo de naipes que te has construido se derrumba. Y, solo si tienes la conciencia tranquila, la muerte es muy placentera, muy bonita y dejas de tenerle miedo a lo que desconoces».
Quizás, un claro guiño a la situación laboral que atraviesa. Y es que Paz acaba de ser despedida de 'Got Talent', programa en el que trabajaba. Al parecer, sus compañeros no estaban muy conformes con la actitud que la presentadora mostraba una vez apagadas las cámaras, y las quejas eran constantes.
En concreto, destacaría su mala relación con Risto Mejide, y es que el publicista no aguantaría trabajar con ella. Aquellos que la rodean aseguran que Padilla «ve la vida de una forma muy diferente a como la ve el resto de la gente».
«No entiende ni comparte que el resto de personas no la vean como ella. Y, cuando alguien no le da la razón, se cabrea y tiene alguna que otra salida de tono».
La experiencia paranormal que vivió Paz Padilla en África
En su paso por el programa de 'Cuarto Milenio', Paz ha recordado el viaje que realizó a África junto a Jesús Calleja. Ambos se adentraron en una de las culturas más herméticas del planeta, y participaron en rituales y ceremonias de vudú.
Así, la presentadora no dudó en quedarse con una curiosa muñeca, ya que no consideraba que entrañase ningún peligro. «Yo pensaba que a esas cosas le das importancia tú, la simbología que tú le pongas».
«Puse a la muñeca en un altar al llegar a casa», ha contado. Poco después, y una vez que su marido enferma, una amiga le echa las cartas y le advierte: «Eso viene de África. ¿Tú no tendrás algo en tu casa?»
Entonces, le aconsejan que debería deshacerse de la muñeca cuanto antes y limpiar su casa de los malos espíritus.
La figura en concreto, un hombre y una mujer atados con un tridente en medio, simbolizaba algo maligno.
«Cojo agua, vinagre y sal para rociar todos los objetos de casa. También vasos con salmuera en las puertas de las habitaciones para expulsar al demonio».
A continuación, Paz se dispuso a quemar la muñeca, tal y como le habían indicado. «Tenía que quemarla y echar las cenizas muy lejos». En ese momento, la presentadora asegura que vino un tornado de viento y que las cenizas empezaron a volar.
Sin duda, una experiencia escalofriante, aunque la presentadora asegura que «no le sirvió para salvar a Antonio, que era lo que realmente pretendía».