La muerte de grandes celebridades como Pau Dónes o la actriz Rosa María Sardá, después de años de lucha han puesto de manifiesto la dureza de una enfermedad, que en ocasiones es implacable: el cáncer.
Es precisamente ahora cuando conocemos el complicado futuro de Kiko Hernández. El Tribunal Supremo tiene sus miras puestas en el colaborador, apuntando a la posiblidad de que Hernández se inventara que padecía un cáncer de páncreas.
En el año 2018, la Audiencia Provincial de Madrid dio la razón a PR Noticias, como réplica a la contestación a la demanda presentada por Kiko Hernández por este asunto. El tertuliano consideraba que se había cometido una vulneración de sus derechos al haber sido acusado de inventarse la terrible enfermedad que al parecer padecía en una publicación de dicho medio.
Sin embargo, la Justicia ha corroborado que en ningún caso se dañó el honor del madrileño. Hernández afirmó que el digital le había acusado de invertarse una grave enfermedad sobre la que el no había hablado.
El Supremo cuestiona la exposición del presentador de 'Mejor llama a Kiko', ya que recuerda que fue el propio Kiko Hernández el que habló públicamente del cáncer de páncreas en el año 2006.
Una exempleada de Kiko le acusó de inventarse la enfermedad
María Eugenia Martínez, exempleada de Kiko Hernández afirmó en julio de 2015 que «Kiko se inventó el cáncer de páncreas».
Durante el verano de 2007, 'A tu lado' ,programa en el que trabajaba Hernández, llegó a su fin. Fue entonces, cuando el tertuliano anunció que padecía un cáncer de páncreas.
La propia Mercedes Milá tuvo una sonada discusión con el exconcursante de Gran Hermano. Su enfrentamiento con la presentadora levantó entre la audiencia las sospechas de que el madrileño podría haber utilizado el cáncer para cambiar su imagen y parecer una víctima de una enfermedad.
Eugenia Martínez reveló que empezó a tener indicios de sospechas de la enfermedad.. «Empecé a ver cosas raras. Por ejemplo, él estaba ingresado en La Milagrosa (un sanatorio de Madrid), con suero, y había adelgazado bastante. Cuando llegué, su madre estaba tan tranquila, fumando en la habitación. ¡No me lo podía creer! Con un hijo de 30 años, con cáncer, fumando relajadamente... ».
«Después fuimos a comer y él se pidió patatas con carabineros, ¡con un cáncer de páncreas! Pensé que se nos moría allí mismo. Pero ahí sigue como una rosa», recordó la exagente inmobiliaria.