Nadie se atreve a decir cuantas semanas faltan para que acabe la actual edición de Supervivientes, pero lo que está claro es que quedan ya muy pocas semanas. Por este motivo, el programa cada vez propone juegos y retos más arriesgados y que ponen a los aspirantes entre las cuerdas. Esta noche hemos podido ver una de las pruebas más míticas del programa y que más llantos acarrea.
Nos estamos refiriendo a la mesa de las tentaciones. El programa ofrece un seguido de recompensas a los concursantes a cambio de un seguido de penitencias. Algunas muy duras y con resultados que los supervivientes arrastran durante mucho tiempo, incluso cuando ya ha acabado el programa.
Uno de los grandes damnificados de la noche ha sido Tom Brusse. El francés ha sido seducido por un teléfono y un sandwich de carne. Dos recompensas muy suculentas, pero que para obtenerlas tendría que superar un precio muy embarazo.
El programa le ha proporcionado un taparrabos que se tenía que poner durante toda una semana, sin ningún tipo de bañador ni nada que le cubriese el cuerpo. A cambio de esto, él ha elegido el teléfono para poder realizar una llamada a la que era su novia Sandra Pica. Esperando entendemos que esta le aclare si siguen juntos o si ya ha tomado la decisión de dejarlo para siempre.
Pero por todos es sabido que Tom es un gran empresario y por eso se le dan especialmente bien los negocios. Aprovechando sus dotes en la negociación, no ha querido dejar escapar el bocadillo y por eso ha hecho una contra oferta al programa. Se ha ofrecido a hacer un baile sensual a cambio de la recompensa.
Un extremo que le han aceptado sin saber que el taparrabos le acabaría jugando una muy mala pasada. Cuando el francés se ha puesto la prenda, ha dado un giro sobre el mismo y ha sido entonces cuando se le ha podido ver todo. Los espectadores se han percatado rápido del despiste de Brusse y que ha dejado a la vista uno de sus testículos.
Sus compañeras han intentado advertirlo de que se le estaba viendo todo. Sin embargo, a él no le ha importado sabiendo que por ello se estaba llevando las dos recompensas que había sobre la mesa. No hay duda que a Tom le sienta mejor concursar solo que con pareja.
Pues está menos cohibido y es el doble de divertido actuando por su propia cuenta. Lo más triste es que él cree que Sandra sigue estando con él y para nada se imagina que ella está ahora con otros chicos. Dando por finalizada la relación con el superviviente.
Deja muy poco a la imaginación
No es la primera vez que en 'Supervivientes' vemos más de la cuenta en relación con el cuerpo del concursante. Hace algunas semanas el programa realizó una prueba con barro en la que se pedía a los concursantes que se untasen de esta sustancia y que se quedó totalmente pegada a sus cuerpos.
Las cámaras del programa mostraron un primer plano de las partes íntimas de Tom y la verdad es que no hacía falta demasiado para imaginarse al joven sin ningún bañador. Ya en ese momento los internautas alucinaban con el tamaño de las partes íntimas de Brusse y hoy ya lo han acabado de confirmar con el despiste que ha protagonizado en pleno directo.
Por su lado, Melyssa Pinto se ha mostrado un tanto avergonzada por el despiste de su exnovio y que quedaba totalmente desnudo delante de los millones de espectadores que siguen el programa más aventurero de la televisión.