Telecinco ha tomado la decisión de renovar sus realities con nuevos rostros. El pasado domingo en el debate de Supervivientes vimos los primeros cambios que ha realizado la cadena. El principal, el cambio de presentador. Sonsoles Ónega debutaba como presentadora de entretenimiento, un terreno que no había pisado todavía.
La hija del periodista Fernando Ónega estuvo acompañada por Terelu Campos, Antonio Rossi, Alba Carrillo o Miguel Frigenti, que asistieron como representantes de sus respectivos programas. Por primera vez, Mediaset ha optado por no convocar a colaboradores tan pasionales como Nagore Robles, Ylenia Padilla o Kiko Matamoros.
Esta fórmula experimental parece ser el nuevo objetivo de Telecinco de cara al estreno del reality 'La Casa Fuerte', cuyo estreno tendrá lugar el próximo jueves once de junio. Sonsoles Ónega también estará al frente de los debates dominicales del nuevo concurso.
El cambio de colaboradores ha provocado un malestar entre los habituales tertulianos de Telecinco, que ven peligrar sus sillas. Nagore Robles, Carolina Sobe o Violeta Mangriñán son solo algunos ejemplos de los colaboradores que pasarán a un segundo plano.
En el próximo reality de Mediaset, el público tampoco podrá ver a exconcursantes a los que sentar para debatir. 'La casa fuerte' es un formato nuevo y Paolo Vasile quiere que su esencia también lo sea.
La apuesta de Mediaset
Sonsoles Ónega ha sido la nueva apuesta del grupo de comunicación del italiano para este 2020. Después de años cubriendo la información parlamentaria como reportera, Ónega daba el salto como presentadora en 2018 para conducir 'Ya es mediodía'.
Gracias a la confianza que el público ha otorgado al magazine matinal, Vasile ha creído factible dar nuevos proyectos a la madrileña. Ahora, es el momento de que la periodista de el salto al prime time con 'Supervivientes' y dentro de unos días en 'La casa fuerte'.
El cambio de presentador ha sido todo un acierto. Este domingo, Sonsoles Ónega se estrenó al frente de un reality donde se congregaron más de 2 millones de espectadores.
Superado el efecto sorpresa, los espectadores mostraban su contento por la soltura de la presentadora. La audiencia ha alabado el buen hacer de Ónega en el plató de Fuencarral. Además, capitaneó como nadie el debate, mostrando dinamismo y cercanía con los colaboradores, algo que hasta la fecha no había logrado conseguir Jordi González.