No hay cosa de la que Raquel Mosquera esté más orgullosa que de sus hijos, Romeo y Raquel. Y es que gracias a ellos ha sacado fuerzas para enfrentar los peores momentos de su vida, como las durísimas recaídas en su enfermedad.
Así, siempre que tiene oportunidad comparte algún atisbo de su día a día junto a ellos con sus seguidores. Y gracias a eso hemos podido apreciar lo mucho que ha crecido su hijo Romeo.
El pequeño, a sus seis años, se nota de lejos que es el niño de los ojos de su madre. Y es que a Raquel se le cae la baba cada vez que habla de él.
"Una de las cosas más bonitas y maravillosas de la vida es ver a los niños alegres y felices. Los niños me transmiten ilusión y los mayores, sabiduría", comentaba hace poco.
Sin embargo, hace bastante tiempo que la peluquera no comparte imágenes de su primogénita, Raquel. Y es que ella misma explicaba que eso se debía a una propia petición de la joven de 16 años, que pretende conservar el anonimato.
Aunque eso no quita que Mosquera grite a los cuatro vientos lo mucho que la quiere y lo orgullosa que está de la mujer en la que se está convirtiendo.
"¡Mi mujercita, mi princesa! Orgullo de madre, es bellísima, pero no solo por fuera, lo que se ve, es mucho más aún por dentro, tiene un corazoncito tan grande, que no la cabe dentro", confesaba emocionada a sus seguidores.
"Ella dijo que no quería seguir saliendo, y yo lo he respetado, como es lógico y normal. A mí me encantaría que saliese para poder presumir de la hija maravillosa que tengo; no solo por fuera sino más por dentro. Muchas gracias por preguntar por ella y echarla en falta".
Raquel Mosquera sigue defendiendo la memoria de Pedro Carrasco
Desde siempre, y más tras verse envuelta en medio de polémicas con la hija del que fuese su marido, Pedro Carrasco, Raquel valora más que nunca el cariño de sus niños.
"Es maravilloso terminar de trabajar y ver como tus niños te sonríen y animan, con un amor tan incondicional, que no hay nada más bonito y maravilloso en el mundo", aseguraba. Un duro golpe para Rociíto, que lamentablemente hace años que no tiene a sus hijos con ella.
"Lo único que me podría separar de mis hijos es una enfermedad", dejaba muy claro Mosquera.
Hace poco, ambas se enzarzaban en un nuevo rifirrafe, después de que Carrasco insinuase que no se merecía el apodo de 'viuda'.
"No es su viuda, el estado civil es casada. Yo creo que las cosas no se han hecho como se deberían de hacer y mucho menos se han contado como son y por eso he hecho el documental", alegaba Rocío.
Unas dolorosas palabras a las que la peluquera no dudaba en contestarle.
"Hay que hablar con el corazón y no con ironías. Para hablar hay que hacerlo con propiedad y con seguridad cuando vas a decir algo, especialmente en televisión y no decir algo sabiendo que se hace daño y luego dudar si se dice o no así, haciéndonos los tontos", sentenciaba.
"Hay que ser muy natural, transparente, sincera, cercana y hablar con el corazón. Solo si es así se llega al corazón de las personas y te creen".
"Yo seré la viuda del gran Pedro Carrasco toda la vida hasta el día que me muera", se defendía Raquel. "Pese a quien pese, cuando yo tengo todos los trofeos de mi marido Pedro Carrasco, que no tienen valor económico y si sentimental, pues será por algo".
"Será porque yo renuncié a lo que tenía más valor económico y me correspondía", dejaba caer.
"Yo le hice un museo en mi casa, donde los veo todos los días, junto a su retrato y el de sus padres. A él le gustaría".
Y, para terminar de rematar, una vez más cuestionaba la 'idílica relación existente' entre padre e hija. "Él quiso mucho alguna persona, que con los años cuando creció, supuestamente, no hizo lo mismo" acusaba a Rociíto.
"Especialmente cuando a esa persona dedico mucho tiempo, atención educación y cariño. Pero él la echó en falta en muchas ocasiones".