La Comunidad de Madrid está viviendo sus primeros días de confinamiento después de que el Gobierno de Pedro Sánchez tuviera que intervenir para evitar que los contagios por Covid-19 se extendieran de manera generalizada. El pasado sábado 3 de octubre, entraron en vigor las nuevas medidas de restricción de la movilidad en la capital para frenar los contagios, pero parece que algunos madrileños no hicieron el menor caso a las recomendaciones.
La periodista Rosa Correa de TVE, experimentaba en primera persona la desobediencia de algunos ciudadanos que, lejos de quedarse en casa y solo salir para lo estrictamente necesario, inundaban las calles como si las normas no fueran con ellos. Correa se desplazó hasta la plaza de Callao donde informó en directo para el Telediario sobre las primeras horas de las nuevas medidas de restricción de la movilidad.
Así, en pleno centro de la capital y en mitad de la Gran Vía madrileña, Rosa Correa comprobó con desolación el caso omiso que los madrileños estaban haciendo a la entrada en vigor de la normativa. El impacto fue tal que la propia periodista denunció lo ocurrido en las redes sociales intentando concienciar a la población sobre la urgencia de tomarse en serio la normativa para evitar un confinamiento más estricto.
«Sorprendida y triste por lo que he visto hoy en el centro de Madrid. Por la tarde muy lleno, demasiado. Nos piden que se salga lo justo para frenar los contagios. Pero hoy he visto todo lo contrario. Si no somos responsables y solidarios nos volverán a encerrar en casa. Por favor» publicaba en su cuenta de Twitter.
Lo cierto es que la nueva normativa que entró en vigor el pasado sábado, no prohíbe expresamente la movilidad dentro de la población — lo que queda prohibido es salir y entrar a otros municipios— y por tanto, es posible moverse entre barrios aunque se recomienda no salir de casa si no es estrictamente necesario. Una recomendación que algunos madrileños parecen no querer acatar a juzgar por las imágenes vistas en pleno directo.
Frenar la expansión del virus recae en gran parte en la responsabilidad ciudadana que no quiere ser confinada pero que tampoco hace nada por evitar llegar a una situación donde se tomen medidas más severas que, de seguir así, podrían estar más cerca de lo que pensamos.