Tras una relajadas vacaciones en Ibiza, Sofía Suescun y Kiko Jiménez se encontraban con un panorama desolador: una banda de ladrones habían aprovechado que la pareja no estaban en casa para robarles todo lo que tenían.
Colchones reventados, figuras rotas e incluso la desaparición de sus gatos, esto es lo que se ha encontrado la feliz pareja tras sus vacaciones. El colaborador de 'MYHYV' recibía la llamada desesperada de la de Pamplona mientras se encontraba en 'Sálvame'.
La que fuera ganadora de 'Gran Hermano' no dudaba en hacer un llamamiento a sus miles de fans para recuperar a sus gatos, que poco a poco ya han ido apareciendo para alegría de la pareja. Sin embargo, hay una cosa que aún no han podido recuperar: su dinero.
La propia Sofía Suescun aseguraba que no había «dormido en toda la noche, todavía tengo esto dentro, es una pesadilla», ya que la cantidad extraída por los ladrones podría ascender los 20.000 euros entre bolsos, joyas, efectivo y lencería.
Uno de los grandes afectados ha sido el hermano de Sofía Suescun. Antes de entrar en 'La casa fuerte' el joven le había pedido a la hija de Mayte Galdeano que le guardase 8.000 euros que los ladrones no han dudado en llevarse. Por el momento, ni su madre ni su hermano se han enterado de nada, ya que se encuentran concursando en el reality, sin embargo la de Pamplona destaca que de la habitación de su madre no se han llevado nada aunque «la han dejado fatal, la peor, la suya».
Además del dinero de su hermano, la ex gran hermana ha calculado que los ladrones se podrían haber llevado «algún dinero que tengo yo cuando voy de viaje, o para emergencias, unos 6.000 euros y más de 20.000 euros sin contar detalles de otras joyas que puedan ser más caras».
Con respecto al robo del coche, Sofía sentenciaba: «Le han dado 3 horas de uso, lo han dejado abandonado con la intención de que pasen unas horas y volver». Pese al disgusto inicial, la de Pamplona tiene claro que los atrapara pronto: «Se han dejado una huella bastante importante, los voy a coger».
Al igual que Sofía, Kiko está seguro de que tarde o temprano conocerá la identidad de los atracadores. «Parecen profesionales pero, por otro lado, no tanto», sentenciaba.