Desde que cumpliera 18 años, Julia Janeiro está en el punto de mira, y es que la joven ha acaparado una gran atención mediática. Su envidiable físico ha captado la atención de más de 177.000 seguidores, aunque también ha recibido muchas críticas.
El acoso de la prensa le ha llevado incluso a tomar medidas legales, por lo que hace unas semanas acudía a la notaría de Madrid para solicitar medidas cautelares. Algo, con lo que seguía los pasos de su hermana Andrea, -fruto de la relación de Jesulín con Belén Esteban-, quien al cumplir la mayoría de edad emitía un comunicado pidiendo conservar su anonimato.
«Con motivo de la presión mediática a la que me estoy viendo sometida, muy especialmente desde que alcancé la mayoría de edad, quiero pedir públicamente a los medios que pongan fin a dicha situación y a la vulneración de mis derechos al honor, la intimidad y a la propia imagen que se viene produciendo a lo largo de los últimos meses», alegaba Andreíta en su momento.
Por el contrario, Julia ha preferido explotar al máximo su faceta como influencer, aunque ha tomado precauciones como poner su cuenta en Instagram privada. También ha desactivado los comentarios, por lo que se ahorra que nadie le falte al respeto. Sin embargo, eso no ha impedido que la hija de María José Campanario siga acaparando los focos hacia su persona.
Julia ha demostrado que no da puntada sin hilo y con la reciente imagen en bikini que ha compartido, ha conseguido caldear el ambiente y conquistar a sus seguidores con sus curvas. En concreto, ha reunido ya casi 10.000 me gusta en la instantánea.
Julia ha debido hacer frente a muchas críticas por su aspecto físico, ya que muchos la comparan con las Kardashian por sus imponentes curvas.
Hace poco, la joven por fin pudo reunirse con sus padres después de meses sin verlos a causa de la pandemia. De hecho, Jesulín se reunión con sus dos hijas para comer, tal y como desvelaba Belén Esteban en directo en el plató de 'Sálvame'.
Algo, que no le habría sentado nada bien a María José Campanario, quien procura defender con uñas y dientes todo lo relacionado con su familia. De hecho, la odontóloga y su marido intentaron minimizar los daños de la exposición de su hija tras su cumpleaños, aunque la entrevista que concedieron no consiguió minimizar la repercusión que su mayoria de edad ha tenido en los medios.
Hay ex amigos que han salido incluso a atacarla, alegando que Julia no es la niña buena que aparenta ser, ya que se había rumoreado que había sufrido acoso escolar.
«Se ha pegado. Se ha pegado con niñas hasta tirarse de los pelos. Se llevaba mal con medio Jerez. No caía bien y estuvo en varios institutos. Que no es lo que cuenta de que le hicieron bullying. A ella no le hicieron bullying, ella hizo bullying», revelaba en exclusiva una persona que conoce de cerca a la joven a 'Socialité' intentando desmontarla.
«Y se metió con una niña que era amiga mía también. Comentarios feos, porque se llevaba con ella y tuvo unos comentarios feos hacia ella cuando se dejó de llevar. Y, vamos, que si alguna vez han ido a por ella, ha sido porque ella ha hecho algo antes», contaba acerca del supuesto bullying que podría haber sufrido la hija de Jesulín y María José Campanario.
Todo ello, habría llevado a Julia a querer alejarse un poco del ojo público, al menos hasta que la tormenta amaine un poco. Algo, que la habría llevado a cuidar más su privacidad, cansada de que hablen de ella constantemente.