Poco a poco nos vamos acercando a la gran final de la tercera edición de 'La isla de las tentaciones'. Esto hace que sin quererlo, se vayan resolviendo muchas de las tramas del formato y que por lo tanto, las parejas concursantes empiecen a ver la luz al final del túnel en sus relaciones. Recordemos que todas las parejas pueden abandonar el programa juntos, separados y con alguno de los tentadores o tentadoras. Hoy les ha tocado el turno a Lucía y Manuel, después de que ella pidiese una hoguera de confrontación con su chico para cantarle las cuarenta y trasladarle su decisión final.
Lucía ha tenido que ver prácticamente des del primer día como su novio la engañaba con sus tentadoras, primero con Stefany y luego y con más intensidad, con Fiama, antigua concursante del programa y que ya conocía muy bien como funcionaba la dinámica de este formato. Si bien es cierto que Manuel siempre se ha mostrado con un perfil chulesco y pasado de vueltas, hoy la que ha sido su novia hasta hace unos minutos le ha hecho bajar los humos y le ha dejado las cosas bien claritas.
En la villa de los chicos, Manuel no ha tenido problema en alardear de lo mucho que estaba ligando, incluso se reía de su chica y las llegaba a comparar con sus ligues. Una actitud deleznable, pero que sin lugar a duda, le ha servido a Lucía para ver a la persona que tenía al lado. Para intentar justificar sus actitudes, él ha intentado compararlo con lo que estaba haciendo su chica en la otra casa.
Una comparativa que no tiene nada que ver, puesto que ella solamente se ha dado dos besos, mientras que él ha intimidado tantas veces como ha querido con sus tentadoras. Sin embargo, Manuel no ha sido nada valiente y cuando ha llegado el momento de reencontrarse con Lucía y por sorpresa de todos, ha acabado bajando la cabeza y no ha sido capaz de afrontar sus acciones dentro de la casa.
Manuel, lejos de aceptar sus actos, ha intentado poner la pelota encima del tejado de Fiama, su tentadora, intentando dar a entender que había caído en la tentación por su culpa. Un argumento muy poco elegante, pero que no ha sido comprado para nada por Lucía y que le ha parado los pies de inmediato cuando se ha dado cuenta de lo que pretendía. La concursante lo ha interrumpido para recordarle que el que entraba en el programa con pareja era él y no Fiama y que por lo tanto, el culpable de todo esto era él y no su nueva chica.
Estas palabras de Lucía y además, en un momento tan complicado para ella, demuestran su crecimiento dentro del formato logrando hacer una lectura muy madura de la situación y seguramente, desde un ángulo que no había visto ni sentido hasta la fecha.
Lucía le agradece los cuernos a Manuel
El crecimiento personal de Lucía ha sido tanto, que cuando Manuel ha comunicado su intención de abandonar junto a Fiama el programa, ella le ha agradecido que lo haga. De nuevo, el joven ha intentado ser empático sin serlo y le ha dicho a Lucía que lo sentía, algo que no le ha comprado para nada la joven y que ha querido decirle un par de cosas. Lucía considera que este ni siente ni padece y que por lo tanto, los sentimientos que dice tener son del todo irrespectuosos y que para nada van a lograr ablandarla.
La concursante le ha dado las gracias a su ex por haberle ayudado a abrir los ojos y hacerle ver que no le convenía para nada. El tiempo que ha perdido ha sido mucho, pero realmente, podría haber sido mucho más largo. Ahora le toca a Lucía empezar a vivir.