La hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco está recuperando el tiempo perdido. Después de haber estado más de tres meses en Honduras alejada de sus seres queridos, Rocío Flores se ha reencontrado con su pareja, Manuel Bedmar.
A su vuelta a España, la nieta de Rocío Jurado ha aprovechado el buen tiempo y la entrada a 'la nueva normalidad' para hacer una escapada romántica al campo con su novio este fin de semana.
La malagueña se lo ha pasado en grande relajándose con Manuel, tomando el sol y dándose un chapuzón para quitarse el calor. «Ya tocaba pasarlo bien», decía el joven sin desvelar el destino que había elegido para este viaje improvisado. «En algún lugar del mundo», insistían ambos.
Rocío Flores ha confesado en más de una ocasión estar muy enamorada de su chico. «Que todo fluya y nadie influya», ha repetido en reiteradas ocasiones.
Aunque intenta mantener su relación al margen de la opinión pública, la hija de Rocío Carrasco ha querido compartir con sus seguidores su última escapada, en un enclave tranquilo lejos de la civilización. La pareja ha bautizado su nuevo nidito de amor con un nombre.
Mientras que para Manuel se trata de 'Un mundo de amor' para Rocío es 'amor incondicional', no cabe duda que es un lugar donde ha habido mucho amor».
La nieta de 'la más grande' ha tenido la oportunidad de hablar con Manuel de sus planes más inmediatos. A sus 23 años, Rocío Flores ya está planeando su maternidad, y así lo dijo abiertamente en el reality de supervivencia. «Me encantaría tener un bebé. Siempre lo he dicho», dijo en una conversación con su grupo.
Ana María Aldón, mujer de José Ortega Cano le manifestó a la joven su punto de vista. «Eres muy joven. Y tu padre tampoco tiene edad de ser abuelo», le respondió.
Rocío Flores es consciente de la juventud de su progenitor, Antonio David Flores. Por eso ha llegado a darle un ultimátum. «O un hermanito, o un nietecito», zanjó la exsuperviviente.