Una de las confesiones más reveladoras que ha hecho Rocío Carrasco en los últimos dos capítulos de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva', ha sido aquella en la que ponía de manifiesto que ni siquiera su madre, la gran Rocío Jurado, fue capaz de plantarle cara a Antonio David.
De hecho, parece que 'la más grande' incluso le tenía miedo, y es que quería evitar a toda costa un escándalo, por lo que se limitó a callar. Según contaba Rociíto, cuando tomó la decisión de dejar a su ex, este no dudo en amenazarla:
«Un día decido que ha llegado el momento porque David durante esos meses empezó a coger peso y ya le veía más restablecido. Hasta ese momento había aguantado, como he hecho con todo, por mis hijos. Pero ahí decido que ya está bien y que me voy a Chipiona», contaba al respecto de la salud de su hijo pequeño, quien nació con ciertos problemas.
Como era de esperar, Antonio David no se tomó nada bien que su ex quisiera dejarle, ya que no pensaba permitir que le abandonara de esa forma. «Esa decisión la tomo yo y no digo nada. Esa persona llega, sube las escaleras, ve que estoy haciendo las maletas y me pregunta dónde voy», un momento muy tenso en el que a Carrasco no le queda de otra que comentarle la decisión que había tomado.
«¿No lo ves? Me voy a Chipiona con los niños y cuando vuelva en septiembre presento la demanda de separación». Algo, ante lo que su entonces marido reaccionó de la peor manera. «¿Estás segura que te vas a separar?», empezó a increparle. «Yo le dije que sí, y entonces él entró en cólera. 'Pues te vas a cagar... no vas a saber de dónde te van a venir. Te vas a levantar de una y te va a venir otra».
Fue entonces cuando Rocío Jurado decide intervenir para defender a su hija, aunque lejos de lo que pudiera parecer, por el carácter tan fuerte que siempre ha manifestado tener 'la más grande', en ese momento cedió ante las amenazas de su yerno.
«Mi madre subió hecha una furia las escaleras y le dijo: '¿Qué mi hija se va qué?' Rocío Jurado subió esas escaleras muy decidida, pero él consiguió callarla», asegura Carrasco. «Rocío Jurado, tú te callas. Tú no sabes quien es Antonio David Flores», asegura que le dijo. «Y fíjate que es la única verdad que ha dicho en toda su vida. Que me iba a cagar, que me iba a venir una detrás de otra. Lo ha cumplido», ha sentenciado entre lágrimas.
«Ahí la acojonó, se dio la vuelta y se fue... Él sabía el pánico que le tenía mi madre a cualquier escándalo. No se quería ver metida en nada de esto. Subió muy valiente, pero supo callarla, supo acojonarla». Rociíto ha recalcado sobre todo ese miedo que la Jurado le tenía a las habladurías en la prensa o medios de comunicación, algo de lo que su yerno supo aprovecharse muy bien.
«Él sabía perfectamente lo que tenía que decir para atemorizarla. Sabía lo que tenía que hacer para callar a unos y a otros». Un enfrentamiento en el que Rociíto pudo ver como su madre se hizo pequeña ante el que fuera su marido, y fue incapaz de dar la cara por ella, a pesar de que lo intentó. «La Jurado parecía que se comía el mundo, temperamental y fuerte, pero realmente era frágil», ha asegurado Rociíto acerca de su madre.
«Rocío Jurado se las tragó dobladas, no sabe defender a su hija», comentaba Paloma García Pelayo desde plató. «Rocío temía que pudiera pasarle algo a su hija, y llamaba a su hija desesperada, porque sabía que había habido agresiones y violencia. Ella fue consciente al final, pero no supo como actuar».
Algo, que recalcaba también Kiko Hernández. «Sabía que lo iba a pasar mal, pero me ha parecido muy desagradable. Antonio David ha demostrado que es mal padre y un ser despreciable con el que no quiero volver a coincidir en un plató».