Rocío Flores ha dado un cambio drástico a su imagen. Y es que aparte de haber perdido peso para lucir una figura más estilizada, también se ha sometido a varios retoques para mejorar el aspecto de su rostro.
Hace poco, la propia Rocío mostraba los resultados de esos arreglitos estéticos a cara lavada: bichectomía, aumento de labios, rinomodelación o microblanding, son solo algunos de ellos. ¿Pero cuánto dinero se ha dejado en transformar su apariencia?
La bichectomía, que es una intervención que consiste en "eliminar las bolas de Bichat para que nuestra cara luzca más angulosa y estilizada, resaltando la línea del pómulo", se la realizó hace tres meses.
Y al ser un procedimiento bastante sencillo, los resultados de la misma no se hicieron de esperar. "Se hace una incisión, se busca tejido graso encapsulado y se extrae. El objetivo es estilizar la cara y tener un rostro más triangular. El efecto óptico es distinto", señalan los especialistas.
Una operación que cuesta alrededor de 900 euros, cifra que varía dependiendo de la clínica donde te la realicen.
También ha sido bastante llamativo su aumento de labios, que se realizó durante sus primeras veces en televisión.
La joven reapareció con los labios mucho más voluminosos gracias al ácido hialurónico. Un tratamiento que debe realizarse con asiduidad para mantener el efecto y que tiene un precio de a partir de 300 euros.
La propia Rocío hablaba acerca de su rinomodelación: "Lo que me he hecho ha sido ponerme una gotita de ácido hialurónico porque tengo el hueso muy pronunciado. Entonces me lo he puesto para que se ponga la nariz completamente recta", explicaba. Este arreglo tuvo un coste de 350 euros.
Además, la colaboradora televisiva se habría sometido a una armonización facial por unos 400 euros, una ortodoncia invisible que asciende a los 5.000 euros y también a un microblading o diseño de cejas.
A todo ello, hay que sumar la maderoterapia, un masaje con madera al que se somete cada semana con el objetivo de tonificar y alisar la piel.
De esa forma, habría desembolsado nada más y nada menos que 9.000 euros en conseguir un nuevo cuerpo y una nueva cara.
El nuevo retoque al que se ha sometido Rocío Flores de cara al verano
Desde el primer día que apareció en un plató de televisión para defender a su padre, sus apariciones públicas se han multiplicado y lo han hecho a la par que sus notables cambios físicos.
En poco menos de dos años, Rocío ha perdido 15 kilos, a raíz de su paso por Supervivientes y se ha dejado un dineral en operaciones estéticas.
Hace poco más de un mes, la joven compartía a través de su perfil de Instagram uno de los últimos retoques a los que se había sometido. "Preparándome para el verano", compartía en redes sociales.
Un tratamiento personalizado que recibe el nombre 'Cuerpo bikini', y en el que se pueden llegar a combinar diferentes opciones para conseguir grandes resultados: masajes drenantes, presoterapia, maderoterapia y exfoliantes.
Lo cierto es que este tratamiento combinado con ejercicio físico y dieta, son los responsables de este giro trascendetal a su físico.
La hija de Antonio David se ha hecho adicta a ese tipo de tratamientos, sobre todo para relajarse ante la gran tensión que ha sufrido los últimos meses.
Rocío lo está pasando muy mal, y sobre todo ahora que puede encontrarse con su madre por los pasillos de Mediaset. Justo por eso confesaba en El programa de Ana Rosa, que estaba centrada en su propio bienestar y en su salud mental.
Y dispuesta a cuidar de si misma, nada más concluir con sus diversos compromisos profesionales, Rocío ha sido vista entrando a una clínica estética. Sin embargo, el tratamiento que se ha realizado sigue siendo un misterio.
Antes de volver a Málga con su familia, y maleta en mano, llegaba dispuesta a mimarse un rato para liberar estrés.
Estos últimos días han sido especialmente difíciles para ella, ya que tener a su madre tan cerca ha conseguido alterarla.
Y aunque ha negado que vaya a producirse un encuentro entre ambas, ya que la propia cadena se encarga de que no se crucen, la joven no puede evitar emocionarse. Sobre todo, cuando le mencionan la posibilidad de volver a abrazar a su madre.