Fotomontaje de Ana Rosa Quintana y Rocío Flores

'Rocío Flores ha cavado su tumba hablando con Ana Rosa Quintana'

La joven ha mostrado su lado menos bueno en el programa en el que colaborada desde hace tan solo unos días

La vida de Rocío Carrasco ha suscitado un debate a nivel nacional. Desde que se estrenase ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’ el pasado mes de marzo, ‘Mediaset’ se ha posicionado claramente al lado de la hija de ‘la más grande’. Prueba de ello es el despido fulminante del que fue su marido durante años, Antonio David Flores, de ‘Sálvame’ y ‘Sábado Deluxe’.

Un mes después, Rocío Carrasco se sentó en el plató de ‘Telecinco’ para conceder su entrevista más esperada. En ella habló de muchas cosas, pero la que más interés suscitó, sin duda alguna, fue el motivo de su distanciamiento de su primogénita, Rocío Flores, con quien no se habla desde hace años.

La hija de Pedro Carrasco quiso dejar claro durante su intervención que su hija mayor le había propinado una paliza influenciada por su padre, a quien Rocío Carrasco culpa de ser el gran verdugo de toda esta historia que ha permanecido en silencio durante años.

La mujer de Fidel Albiac señaló que si no había roto su silencio antes era para proteger precisamente a Rocío Flores, algo que no entiende la joven hermana de David Flores. ¿Por qué ha decidido exponer así a su hija a la opinión pública si su intención siempre había sido mantenerla alejada de la batalla mediática entre Antonio David Flores y ella para que no sufriese?, se pregunta la primogénita de Rocío Carrasco ahora.

La joven está más dolida que nunca con su madre. Y es que considera que debería haber contestado al teléfono antes de hacer públicas todas las declaraciones que, desde luego, no dejan a la hija mayor de Antonio David Flores en buen lugar.

Con el paso de los años, está claro que la joven ha forjado su carácter y no se arrepiente de nada de lo ocurrido. Para Rocío Flores la versión de su madre sobre el encontronazo que ambas tuvieron cuando ella solo tenía 15 años es la verdad de Rocío Carrasco, pero no la suya.

Un actitud muy cuestionada

La joven no está dispuesta a dejar pisarse por nadie. Y es que ya ha sufrido mucho a pesar de su juventud. Por eso pidió desde el espacio en el que colabora, ‘El programa de Ana Rosa’, que se emitiesen los 11 minutos que su madre quería eliminar de su relato sobre el altercado con su hija.

«Se ha dicho que se eliminan 11 minutos del episodio que me dedica para protegerme, cuando tú quieres proteger a tu hija no haces un episodio hablando de ella, lo pongo en duda», señalaba Rocío Flores del el plató de ‘El programa de Ana Rosa’ en tono desafiante.

«Pido desde aquí a los responsables que emitáis el capítulo completo, quiero escuchar el testimonio completo de mi madre, quiero ver lo que mi madre dice, cómo lo dice y creo que tengo todo el derecho del mundo», añadió la joven.

«Me parece irónico que se diga que Rocío Carrasco ha levantado teléfonos para que ese tema no saliese y ahora es ella la que se sienta con sentencia en mano. El equipo médico que la lleva la recomienda que no hable conmigo, pero sí le recomienda que hable con cuatro millones de espectadores… y ahora lanzo una pregunta: ¿mi hermano David también está metido en mi pack?», cuestionaba la primogénita de Antonio David Flores visiblemente enfadada. Y es que no logra entender por qué mete a su hermano David Flores en el mismo saco que a ella si resulta que con él no ha tenido ningún problema serio.

«Ni una llamada en 7 años, ni por un cumpleaños ni preocuparse por su estado de salud, me parece cuestionable. El llamamiento que hice lo sigo manteniendo, cuando te veas, te sientas preparada y quieras… no me llames a mí, pero por lo menos llama a tu hijo», sentenciaba la joven.

Tras estas duras declaraciones de Rocío Flores son muchos los que consideran que la primogénita de Antonio David Flores se ha excedido y ha cavado su propia tumba mediática. No era necesario mostrar esta actitud tan chulesca y desafiante hacia su madre y mucho menos ahora que todo apunta a que la joven tiene mucho que callar.