El último episodio de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva' se emitió anoche en Telecinco, en este episodio narró uno de los hechos que más polémica ha generado durante la retransmisión del documental, el suceso de violencia doméstica que ocurrió el 27 de julio de 2012. «Me cruzó la cara de lado a lado. Empezó a pegarme, pero mientras lo hacía va gritando ‘¡no me pegues!’ ‘¡no me pegues!’ y yo la miraba ahí y era ella la que me estaba pegando a mí. A mí me pasó como una película por mi cabeza. Yo sabía que eso obedecía a algo que no era normal» comenta Rociíto.
A pesar de los comentarios de su madre con respecto a lo sucedido, Rocío Flores ha mostrado su confusión con respecto a cortar parte del documento. «No entiendo que se decida ahora ocultar parte de un testimonio que está grabado hace un año. Yo pido que se emita todo completo, no tengo nada que ocultar, no tengo miedo a nada» aseguraba en declaraciones para Telecinco.
«Tuve miedo hace muchos años de mi vida por otras muchas circunstancias que no son para nada por ese episodio. Lo repetí el otro día y lo repito hoy, yo sé bien lo que he vivido en esa casa y ahí me quedo» sentenciaba la hija de Rocío Carrasco, horas antes de que se emitiera en abierto la versión de los hechos protagonizada por su madre. Y es que la gran incógnita continúa siendo, a quién le tiene miedo Rocío Flores.
El último episodio
Según Rociíto después del desagradable suceso lo siguiente que recuerda es a «Fidel reanimándome. Cuando volví en sí, tenía las pulsaciones en 140. La niña se fue. Ella se asusta cuando me ve caer a plomo al suelo y se monta en el coche de Paco, que ya sabía lo que había» comenta sobre los instantes siguientes a la agresión.
«Él me dice que entró en el coche con un ataque de ansiedad y que, de repente, se transforma, saca un móvil y dice 'Papá, ya está hecho'» comenta la hija de Rocío Jurado. Estas declaraciones han provocado una gran polémica por lo explícito de las mismas y, sobre todo, porque dan pie al auténtico delito de manipulación que Antonio Flores ejercería sobre su hija.
Durante su relato asegura que es una de las muchas escenas dramáticas que se vivían en la casa. En un momento de tensión cuando Rocío Flores le estaba gritando a su hermano, la madre fue a la habitación para poner calma.
«Le digo que se fuese a su cuarto y me empieza a increpar y me dice: "Que sepas que en septiembre a esta casa no me atrae ni un juez ni tus padres que están bajo tierra, maltratadora". El niño se mete en medio, la saqué del dormitorio y en mitad del pasillo me decía ‘¡Pégame Rociíto, no tienes huevos!» comenta la protagonista durante el documento gráfico.
Más agravios de la relación con Rocío Flores
Rocío Carrasco contó más vivencias desagradables que la vinculan a su hija, como un día en que la encontró fotografiando documentos en mitad de la noche. «La gran reprimenda de la que luego hablaron, fue solo que le dije que me diera el móvil y se fuera a la cama. Para eso le compró su padre un móvil, no para que le llamara para ver qué tal estaba» asegura.
Asegura que Rocío Flores no era más que un instrumento en manos de su padre para desvelar noticias sobre su vida «A los cuatro días de que se fuese, un periodista anunció en un programa de televisión que Fidel y yo nos separábamos» comenta sobre el acto previamente mencionado. Sin duda el relato de Rocío Carrasco contrasta con las declaraciones de su hija, que a pesar de no tener miedo a los comentarios de su madre, sin duda no la dejan en buen lugar.