Rocío Flores no consiguió convertirse en la ganadora de 'Supervivientes 2020', tuvo que conformarse con el tercer puesto después de que la audiencia decidiera que fuera expulsada en su duelo con Jorge Pérez. Su expulsión sorprendió a muchos, pero lo cierto es que ni ella misma pensaba que llegaría tan lejos: «Has conseguido el puesto número 3, muchísimas felicidades. Hay que reconocer que estabas muerta antes de empezar» le recordaba Jorge Javier Vázquez.
Lejos de sentirse decepcionada, la hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco se siente orgullosa del concurso que ha realizado y hemos podido conocer a una Rocío que ha sabido desenvolverse ante las cámaras controlando en todo momento lo que quería, y lo que no, contar sobre las razones por las que no mantiene relación con su madre.
Han sido casi tres meses aislados en una isla con la peculiaridad de que a su regreso, debían enfrentarse a la situación excepcional por la que estamos pasando debido a la pandemia por el Covid-19. Tras la gran final del concurso, toca volver a ver a la familia y Rocío confesaba uno de sus mayores miedos.
La nieta de Rocío Jurado teme la vuelta a la normalidad y cómo sus mensajes lanzados a su madre pidiendo una reconciliación, habrán afectado en su familia. «Tenía que creer en mí un poco más, estoy muy agradecida y me voy muy enriquecida» contaba Rocío minutos antes de afirmar que «me da miedo enfrentarme a la realidad. Somos personas que estamos muy expuestas, mi familia es polémica, siempre he sido yo» afirmaba sin poder controlar las lágrimas.
Fue entonces cuando Jorge Javier le preguntó qué le gustaría que pasara ahora y Rocío respondió: «Ya lo sabes... no lo voy a decir» y sería la primera vez que no lo diría, pues durante todo el concurso no ha hecho otra cosa que desear una reconciliación con su madre. Ahora solo toca esperar para ver si Rocío Carrasco recoge el guante y por fin decide dar el ansiado paso.