Rocío Carrasco ha dado un nuevo golpe de gracia a Antonio David Flores tras convertirse en el nuevo fichaje estrella de Sálvame. Y aunque no sabemos todavía el puesto que ocupará dentro del programa vespertino, su presencia es toda una declaración de intenciones.
La propia Carrasco califica su vuelta a televisión como una terapia de choque, y es que durante años en Sálvame se han dedicado a criticarla. ¿Por qué ha dicho que sí entonces?
Al parecer, Rociíto se encuentra más liberada que nunca, y parte de su recuperación consiste en enfrentarse a las personas que tanto daño le han hecho. Entre ellas, varios colaboradores del programa.
Sin embargo, la hija de 'la más grande' asegura que no le tiene miedo. "A lo mejor por eso tiene que ser en Sálvame", aseguraba. "Y, a lo mejor, el programa ha contribuido a hacer ese daño, pero creo que ahora va a contribuir a todo lo contrario".
Pese a ello, la mujer de Fidel Albiac tiene muy claro que "no haría determinadas cosas que la hagan dar diez pasos atrás".
"Yo no quiero retroceder en mi proceso. Creo que debo seguir adelante y debo seguir con cosas que me aporten", explicaba.
Sea como sea, Carrasco vuelve este miércoles por todo lo alto, y lo hará en la que siempre fue su casa: Mediaset.
De hecho, su vida profesional lleva ligada a la cadena desde hace más de 20 años, con parones de por medio. Durante una de las peores etapas de su vida, la protagonista de la doscuserie se encontraba incapaz de seguir en los medios de comunicación.
Justo por eso decidió alejarse por completo de los mismos y centrarse en otras labores como el musical dedicado a su madre. No es hasta ahora cuando asegura sentirse con fuerzas suficientes para retomar su profesión.
Fue María Teresa Campos, la que considera su segunda madre, quien le dio su primera oportunidad de trabajo en televisión. En ese momento, Rocío ocupaba el puesto de colaboradora televisiva en Día a Día, aunque su bonita sonrisa ocultaba el infierno que vivía en su matriomonio.
Poco después, su situación personal le impedía seguir adelante y se retiraba de los platós de televisión. Mientras tanto, veía como su ex iba ascendiendo profesionalmente a costa de venderla en diversos programas.
El programa que le salvó la vida a Rocío Carrasco
No fue hasta el año 2014 cuando su gran amigo David Valldeperas la rescató de su tristeza y le ofreció la oportunidad de trabajar en Hablé con ellas. Un formato que la propia Carrasco reconocía que la había ayudado a salir de la depresión que estaba consumiéndola.
Además, estableció lazos con el resto de presentadoras, como Yolanda Ramos, Sandra Barneda o Alba Carrillo, que se terminaron convirtieron en grandes amigas.
"Yo no he dejado de estar en tratamiento desde el 2011, he pasado a tener diferentes tratamientos, pero ese programa me dio mucha vida", argumentaba en la docuserie.
"Me costó poder hacerlo en el sentido de poder estar con los cinco sentidos. Tenía miedo porque yo tomaba una medicación fuerte".
Pese a ello, Rocío disfrutó haciéndolo, y así recordaba el momento en el que su gran amigo Valldeperas la contactó.
"Recuerdo que estaba en el despacho de mi casa y de repente suena mi teléfono móvil y veo 'Valldeperas'. Lo tenía porque alguna vez le había llamado para decirle que iba a tomar acciones en contra de lo que se estaba diciendo por ahí".
Aunque en un primer momento se negó a cogerle el teléfono, terminaba aceptando su tentadora propuesta. Desde entonces, el productor se convertía en su ángel de la guarda.
Después de su paso por este formato, sus apariciones públicas en televisión fueron cada vez más escasas. Las últimas veces que la vimos fue en TVE en 2020, donde se convirtió en tertuliana del programa Lazos de sangre, presentado por Boris Izaguirre.
Era en marzo de este año cuando Rocío Carrasco volvía a casa y daba un gran paso al frente. Lo hacía rompiendo su silencio en la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva, donde ha contado su versión de la historia.