La reina Letizia ya se prepara para lo peor. En cuestión de días tendrá que verse las caras con una persona con la que no tiene precisamente una buena relación.
La asturiana aún recuerda las críticas que recibió en su momento por parte de Marie-Chantal de Grecia.
Si nada lo impide coincidirán el próximo martes en el acto religioso que se celebrará en Londres en recuerdo al duque de Edimburgo. El príncipe Felipe murió el pasado 9 de abril de 2021, en plena quinta ola del coronavirus. La situación de la pandemia impidió que el marido de Isabel II recibiera la despedida que le hubiera gustado tener.
En aquel momento apenas hubo 30 asistentes a la ceremonia. Pero ahora tienen previsto acudir Letizia y unos cuantos nombres más de las casas reales europeas. Dicho acto de homenaje le está provocando todo un quebradero de cabeza a Isabel II, que ha experimentado serios problemas de salud.
El paso de los años le empiezan a hacer mella y son evidentes los problemas de movilidad. Sus asesores le recomiendan que utilice una silla de ruedas para desplazarse, pero ella desea evitar esa imagen a toda costa. De ahí que hayan tenido que ingeniarse una estrategia para que pueda ir a la ceremonia.
Todo apuna a que un helicóptero la dejará junto a la abadía de Westminster para que tenga que caminar lo imprescindible. Pero los focos no solo estarán centrados en la reina.
Gran parte de la atención recaerá sobre los asistentes. La mayoría de la realeza europea no se perderá dicho acto religioso.
Es el caso de Letizia y Felipe. La reina coincidirá allí con Marie-Chantal de Grecia, con la que tiene un asunto pendiente desde hace tiempo. La segunda se encargó de dejar en mal lugar a la española.
Los reyes de España confirmaron su presencia, pero queda por saber si les acompañará en este viaje doña Sofía. Lo que está claro es que tendrán la posibilidad de reencontrarse con Guillermo y Máxima de Holanda o Felipe y Matilde de Bélgica.
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Por parte de Grecia, los encargados de asistir serán Pablo y Marie-Chantal, confirma Vanitatis. Los problemas de salud de Constantino le impiden desplazarse hasta tierras británicas. En la boda de su hijo Philippos se le pudo ver muy débil.
Pero después sufriría una neumonía y más tarde los efectos del coronavirus. Esto implica que el heredero y Marie-Chantal se postulen como los representantes perfectos. No hay que olvidar también que durante gran parte del año residen en Londres.
Se puede decir que su presencia es obligada. Sobre todo por la estrecha relación que mantienen con los Windsor, en donde el príncipe Guillermo ejerce de padrino de uno de sus hijos.
Letizia tiene la oportunidad de pedir explicaciones
Aunque se trate de una ceremonia con poco espacio para las conversaciones, Letizia tendrá la oportunidad de cruzarse con su 'enemiga'. Será un momento propicio para pedir explicaciones a Marie-Chantal.
Para conocer el origen del desencuentro entre ambas hay que remontarse a abril de 2018. Tras la misa de Pascua en Mallorca, la reina y la emérita protagonizaron un pequeño rifirrafe ante las cámaras. El gesto de la asturiana generó mucha polémica al impedir que Sofía se fotografiara con sus nietas.
Después de ver aquello, la griega aseguró que la reina “había mostrado su verdadera cara”. Se trató de un golpe bajo, con el que no contaba nadie. Sobre todo porque no son habituales este tipo de comentarios entre miembros de la realeza.
En todo este tiempo, Letizia no ha podido reencontrarse con ella. Ahora le llega el momento de hacerlo, y posiblemente no tenga demasiado interés en rescatar un episodio que ya daba por enterrado.