Hace tiempo que Sara Sálamo sufre un constante acoso en redes sociales debido a que no duda en dar su sincera opinión acerca de temas tan controvertidos como la política o la tauromaquia. Una situación que no ha hecho más que empeorar, llegando incluso a recibir amenazas de muerte.
La canaria denuncia, que en vez de valorarla por su profesión, muchos siguen tachándola de 'mujer de'. «'La actriz antivox, antitaurina… que además es pareja de'. Poner que estoy con una persona en primer lugar, no es lo que más me representa como persona», alega en una entrevista concedida a Huffington Post.
«Es absurdo, porque en las entrevistas me empujan para que denuncie el machismo que sufro y luego la mayoría de preguntas van destinadas a mi pareja o a los problemas que me causa estar com mi pareja, pero no me preguntan por mi último proyecto profesional o en lo que estoy trabajando como actriz. Es la pescadilla que se muerde la cola».
Pese a que nunca ha dudado en alzar la voz, la canaria no considera que sea un acto de valentía destapar esas penosas situaciones que lamentablemente debe soportar casi a diario. «No creo que eso sea un acto de valentía. De hecho, me considero bastante cobarde y soy muy miedosa. Soy la persona más miedosa que conozco», reconoce Sálamo.
Según cuenta, callarse respecto a ciertas injusticias no va en su ADN. «Con respecto a no callarme, es algo que va tan en mi ADN que no entiendo que no pueda decir que algo me parece mal o utilizar el altavoz que tengo para mejorar ciertas cosas. No considero que hablar sea un acto valiente. Tampoco considero que mi opinión sea tan importante: al final es una opinión».
Sin embargo, Sara reconoce que pronunciarse sobre ciertos temas muy polémicos juega en su contra y le ha afectado laboralmente. «De cara a campañas publicitarias o a mi presencia en ciertos medios desde que me posiciono de forma acérrima respecto a la tauromaquia, por ejemplo, sí he notado que ya no les interesa que yo esté en sus páginas».
La actriz asegura que hay días en los que prefiere hacer caso omiso a las críticas, mientras que en otros no puede evitar estallar. «De repente tengo días en los que me digo 'qué fuerte, tengo que denunciar esta situación' y luego me paso dos meses sin abrir la boca porque pienso que no me compensa o no tengo tiempo», alega sobre la ingente cantidad de comentarios maliciosos que recibe.
Además, explica que en más de una ocasión ha ido a denunciar, pero no ha recibido la atención necesaria. «Entiendo que lo que hay que hacer es ir a comisaría y denunciar. Yo lo he hecho en alguna ocasión. Se ha traducido en nada, al menos que yo me haya enterado. Pero, también hay que tener en cuenta que tenemos una vida familiar y laboral, y no podemos estar todo el día en comisaría».
La situación se volvió realmente preocupante cuando comenzó a recibir amenazas de muerte, e incluso fotos con armas, lo que la llevaba a tomar la decisión de acudir a la policía. «Amenazas de muerte, incluso con fotografías con armas. Muy locas… Me mandaban selfies con armas y diciendo 'te vamos a ir a matar'».
Sálamo reconoce que eso ya es sobrepasar cualquier línea, nada comparado con un insulto. «Por eso fui a denunciar, porque no es un insulto que se queda ahí».
Y, respecto al lugar de donde provienen, ella aclara que principalmente «del mundo del deporte, del fútbol. Como si yo fuera tan importante o poderosa como para cambiar lo que pase allí. Hubo un momento muy grotesco y aún quedan los residuos que son constantes».