Pese a que ahora Rocío Carrasco la que protagoniza los titulares tras explicar el calvario de malos tratos vividos, durante su matrimonio con Antonio David Flores, en el pasado fueron sus propios padres los que fueron noticia. Y hubo un año en que especialmente se habló del matrimonio entre Pedro Carrasco y Rocío Jurado, 1989, precisamente el año en que los dos hacían oficial su separación.
Aunque decimos los dos, cuando en realidad fue la cantante la que realmente dio la noticia, en una comentadísima entrevista a la revista 'Interviú' publicada el 4 de julio de ese año. Y Rocío Jurado no podía ser más clara en ese momento: «Es verdad, Pedro y yo nos hemos separado», así se los explicaba al periodista que publicó la entrevista en exclusiva.
La tonadillera confirmaba entonces que el fuera su marido durante varios años y el padre de su hija Rocío, que en esa época tenía doce años, ya no vivía en la casa familiar. Y es que el antiguo boxeador se había mudado a otra casa, aunque es cierto que no a muchas calles de allí, con la idea de que todo sería una separación pasajera y que con el tiempo podría recuperar el amor de Rocío.
Pero la verdad, es que Rocío Jurado tenía muy claro que su historia con el padre de su hija se había acabado,, aunque no quería hacer daño al que había sido el hombre de su vida durante los últimos años. «Yo no quiero que Pedro piense que tiene una oportunidad, una puerta abierta».
Y la tonadillera dejaba entrever que la decisión que tomó en ese momento, estaba muy meditada. Las cosas entre la pareja hacía mucho tiempo que no iban bien, seguramente estuvieron en una profunda crisis durante más de 6 meses. Todo ese período estuvo lleno de enfrentamientos, discusiones, de conversaciones que no iban a ninguna parte y que demostraban que las diferencias entre ellos eran ya insalvables.
Además de hablar sobre lo que los había llevado a distanciarse, Rocío Jurado también tuvo tiempo de hablar algunos rumores que habían surgido sobre ella. Y es que en aquella época, hubo quién la quiso relacionar con un piloto de Iberia y amigo de la familia, José Antonio Revuelta. Es cierto, pero, que sus palabras fueron más bien tibias: «Te lo digo de verdad, yo de eso no hablo», relataba al periodista que decía como cambió la mirada intentando cambiar de tema.
Cómo lo vivió entonces Rocío Carrasco
Y mientras mantenían esta conversación en su casa de Madrid, estaba allí presente Rocío Carrasco, que entonces era todavía una niña. Su madre confirmaba al periodista que algo sabía sobre su separación: «Hombre, tiene doce años y se da cuenta. Y sabe que su padre ya no duerme aquí».
Si bien es cierto, que aunque escuchará hablar a su madre de su padre, en ese momento se lo tomaba como una pequeña de 12 años que entonces acaba de llegar del colegio, con las ganas de combatir el calor del verano lanzándose a la piscina. «Me las dan mañana. Tienes que ir con papá al colegio», decía Rocío cuando de manera anecdótica su madre le preguntaba por sus notas.
Pedro Carrasco mantenía las esperanzas de volver a estar juntos
'Interviú' también quiso hablar en esos momentos con la otra parte implicada. Y la verdad es que la postura de Pedro Carrasco no podía ser más diferente. Aunque admitía ya no vivir junto a su familia explicaba, con cierto optimismo, que «estamos resolviendo nuestros problemas y problemitas, que los tenemos. Y yo estoy más fuera que dentro».
Se mostraba confiado en que todo se solucionara y explicaba que la situación estaba siendo muy dura: «Y no solamente por la falta de Rocío y Rociíto, también por mi padre. Pero pienso y espero que todo vaya a buen fin».