Tras más de dos décadas callada, la ruptura del silencio de Rocío Carrasco está trayendo cola. En la serie documental sobre su vida, ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’, la hija de ‘la más grande’ ha desmontado muchas de las afirmaciones que Antonio David Flores ha hecho en estos años.
El 27 de julio de 2012, fecha en la que se produce la agresión de Rocío Flores hacia su madre, Rocío Carrasco, supuso un antes y un después en su relación.
La joven denunció a su progenitora en el cuartel de la Guardia Civil de San Agustín de Guadalix, pero el caso fue sobreseído. No obstante, toda la información se trasladó a la Fiscalía de Menores, que abrió una investigación paralela de oficio.
En este contexto, se le quitó la custodia compartida a Rocío Carrasco como medida provisional. Lo que nadie podía imaginarse es que la primogénita de Antonio David Flores acabaría siendo condenada por el Juzgado de Menores nº 4 de Madrid, con sentencia dictada el 4 de marzo de 2013 por «un delito de maltrato habitual, un delito de maltrato, una falta continuada de amenazas y una falta continuada de injurias».
A pesar de que el ex Guardia Civil recurrió esta sentencia, ya que su hija era menor de edad en el momento de los hechos, su recurso fue desestimado. La condena fue firme y Rocío Flores tenía dos opciones: cumplir 60 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad o mantenerse durante seis meses en libertad vigilada, lo que suponía ser sometida a evolución durante ese periodo.
Finalmente, padre e hija escogieron la segunda opción y el 2 de abril de 2014 se emitió una evaluación favorable de la joven.
Caso omiso a las recomendaciones
Durante todo este proceso el Ministerio Fiscal recomienda que Rocío Flores «comience una terapia psicológica para monitorizar y tratar las inquietudes alcanzadas en esta evaluación» y concluyen que «se evidencian signos de afecto deprimido en la menor, Rocío».
No obstante, Antonio David Flores alegó entonces que no pudo seguir la recomendación porque que su hija acudiese al psicólogo «le cuesta 300 euros, cantidad que por el momento él no se puede permitir pagar», algo que Rocío Carrasco desmiente.
Además de la solvencia económica de su progenitor en aquellos momentos, la hija de ‘la más grande’ deja constancia de que «la menor sujeta del expediente y su hermano pertenecen a una sociedad médica desde su nacimiento con todas las especialidades médicas, incluida la evolución y la terapia psicológica. Sociedad médica que el padre utiliza frecuentemente para las consultas profesionales con sus dos hijos».
Otras de las recomendaciones que se hizo fue que la joven trabajase con su madre en un programa de mediación, algo que a Antonio David Flores le pareció una aberración, «ya que sería asumir cualquier responsabilidad respecto al hecho denunciado».
Unidos frente a la adversidad
Desde entonces padre e hija han estado todavía mucho más unidos y se han apoyado mutuamente. En estos momentos esto es algo fundamental para los dos. Y es que la serie documental ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’ ha sacado a relucir muchos temas ocultos durante años que han salpicado de lleno no solo a Antonio David Flores, sino también a sus dos hijos con Rocío Carrasco, a quien muchos califican como las verdaderas víctimas del cruento litigio entre sus padres.
A pesar de todo lo que se está desvelando en cada episodio del documental sobre la vida de la hija de Pedro Carrasco y Rocío Jurado, todo apunta a que Rocío Flores continúa igual de unida a su padre. Y es que lleva tantos años pidiendo un reencuentro con su madre, que nunca ha llegado a producirse, que no entiende por qué su progenitora ha decidido hablar ahora a golpe de talonario.