Rocío Flores y Rocío Carrasco llevan años siendo noticia porque no tienen ningún tipo de relación. Están distanciadas y no hay visos de que haya reconciliación.
Sin embargo, hoy nos hemos sorprendido con una fotografía que se ha compartido de ambas juntas. Imagen que no habíamos visto hasta ahora y que ha sido subida en redes por alguien que las conoce muy bien. La ha colgado una familiar de ambas, Rosario Mohedano.
La inesperada fotografía del pasado de Rocío Flores
Rosario no ha querido meterse demasiado en el conflicto entre madre e hija. Ha realizado alguna declaración, pero bastante escueta para no verse 'salpicada' de ninguna manera. Y es que, por ejemplo, tiene relación cercana con su prima, lo que la llevó a acompañarla el día de su boda con Fidel Albiac.
A pesar de todo, ahora se ha implicado un poco y ha abogado porque las dos Rocíos hagan las paces. Su manera 'subliminal' de hacerlo ha sido compartiendo una fotografía suya junto a ellas. Una fotografía que nadie había visto al parecer hasta este momento.
Ha optado por subir a las stories de su cuenta en Instagram una imagen retuiteada de otra usuaria. En esta aparecen las tres especialmente sonrientes en el año 2011, antes de que surgiera el conflicto entre Carrasco y Flores. Al parecer, según ha publicado la revista Lecturas, fue tomada durante el bautizo de la hija de Chayo, Alejandra.
Esta instantánea la hija de Rosa Benito la ha acompañado de un gran corazón. Ha sido su manera de decir que echa de menos esos momentos familiares donde todos estaban juntos y donde reinaba la armonía. Es su manera de dejar patente que le encantaría que las cosas volvieran a ser como antes.
La imagen de Rocío Flores y su madre, un hermoso recuerdo antes de la tragedia
La mencionada imagen está tomada en un instante muy especial. En concreto, antes de que se produjera la ruptura definitiva de las dos. Sí, antes de que Flores agrediera a su madre y este fuera el fin de la relación.
Hay que recordar que fue el 27 de julio de 2012 cuando la joven Rocío propinó a Carrasco una paliza. Por esta, la segunda quedó inconsciente en el suelo y más tarde tuvo que acudir a un hospital para ser atendida.
No obstante, ahí no quedó todo. La menor acudió después a la Guardia Civil. Lo hizo en compañía de su padre para denunciar a aquella por malos tratos.
Una situación durísima esta que acabó con las dos distanciadas hasta ahora y con una condena a la joven. Fue condenada por un delito de maltrato continuado, por otro de maltrato puntual así como por una falta de amenazas e injurias.