Son muchos famosos los que a lo largo de estos años están confesando haber tenido un pasado complicado por culpa de las adicciones.
Precisamente la gran mayoría de estos están teniendo muchos problemas generados por culpa del éxito que rodea a sus vidas profesionales. Esto hace pensar sobre una importante reflexión: el dinero y el éxito no lo es todo en la vida.
Un prestigioso chef acaba de reconocer en la televisión su adicción por las drogas y el alcohol. Se trata de Raül Balam, hijo de Carme Ruscalleda. El cocinero ha explicado en el programa ‘Planta Baixa’ emitido en TV3 todos los problemas que ha tenido estos años.
Su confesión se ha producido hoy mismo. El famoso chef con estrellas Michelín ha confesado que lleva varios años enganchado a los estupefacientes. Una realidad que ha sorprendido a muchos, debido al buen nivel de vida que parecía tener el cocinero.
Balam ha sido bastante claro y sincero. «Yo tengo cerebro de adicto y lo seré toda la vida», ha reconocido en la cadena catalana. El cocinero catalán está acostumbrado a recibir muchos premios, pero detrás de ellos existe una gran historia de superación en la que ha tratado de vencer a todas sus adicciones.
Raül Balam siempre ha recibido la ayuda de su familia, en especial la de su madre. «Me odiaba a mí mismo, me odiaban mis compañeros de trabajo, era una persona insoportable, los adictos se piensan que el mundo gira a su alrededor, ahora soy consciente de que el mundo es muy grande y maravilloso», ha explicado el cocinero en ‘Planta Baixa’ tal y como también han recogido varios medios nacionales como ‘Vanitatis’
Raül Balam explica el origen de su recuperación
Él mismo ha querido contar cuando fue el día que decidió poner final a todo esto. Ese día fue cuando sus padres descubrieron las adicciones de su hijo después de que se despertase tras una larga noche de fiesta. En aquel momento el cocinero y sus padres decidieron poner punto y final a ese problema. El 13 de marzo de 2013 Raül Balam entró en un centro de desintoxicación.
El hijo de Carme Ruscalleda no ha tenido ningún problema en reconocer lo que hizo en el pasado. «Cuando eres adicto solo piensas en consumir, consumir, consumir», ha explicado en TV3.
Su liberación llegó cuando sus padres se dieron cuenta de todo lo que pasaba. Sus excesos de fiesta fueron el detonante para que sus familiares se diesen cuenta de que algo en su vida no funcionaba. «La droga te domina tanto que te importa tanto 8 que 80, yo había perdido la dignidad en fiestas familiares… Madre mía, cómo iba, y lo que hacía», ha comentado el cocinero.
Balam ha reconocido que aquellos años eran terribles, que sus adicciones solo le han causado problemas. El cocinero quiere trabajar día a día para estar más alejado de todo ese mundo que un día fue el suyo.
Su madre, Carme Ruscalleda ha querido explicar cómo se ve esto desde el punto de vista de una madre. «Yo veía que mi hijo tenía actitudes extrañas, pasaba de la euforia al enfado, pero hablas con él y te dice que son imaginaciones tuyas… Es una enfermedad de mucha patraña, mucho engaño», ha reconocido en TV3.
El cocinero a día de hoy está recuperado, pero aun así ha remarcado que esto es un proceso muy largo y que tendrá que vivir todo lo que le quede de vida alerta. Lo que Balam ha pretendido con esta confesión ha sido normalizar la situación con el objetivo de que sean más las familias las que busquen ayuda para solucionar este grave problema.
Ha sido en el programa de la televisión catalana donde ha hablado abiertamente de todo lo que ha rodeado a sus adicciones, haciendo especial hincapié al día que su familia se dio cuenta, ya que para él ese fue el momento clave.
No es la primera vez que el chef habla de sus adicciones, pero sí que es la primera que lo hace tan abiertamente y en un programa de televisión de gran repercusión.