El doctor Pedro Cavadas se ha convertido en todo un personaje público en nuestro país. Su encomiable labor profesional y su gran carisma lo han puesto bajo el foco de los medios de comunicación, convirtiéndose en uno de los rostros sanitarios más reconocidos y prestigiosos de España.
El cirujano bautizado como 'Doctor Milagro' es conocido a nivel mundial por sus operaciones imposibles, como el primer trasplante de cara realizado en nuestro país y el único del mundo que incluyó la lengua y la mandíbula.
Sin embargo, en nuestro país se ha hecho un hueco dentro del panorama mediático por sus numerosas intervenciones públicas, concediendo entrevistas de gran repercusión mediática como la realizada el pasado jueves 8 de octubre en 'El Hormiguero'.
Pedro Cavadas, un cirujano animalista sin vocación para la medicina
A pesar de su continua presencia en los medios, son pocos los detalles que se conocen de la vida privada de este peculiar doctor. A través de un artículo publicado por 'VanityFair' hemos podido descubrir el lado más personal de Pedro Cavadas.
El famoso cirujano nació en Valencia en noviembre de 1965, siendo el tercer hijo entre cinco hermanos. Su infancia transcurrió entre la ciudad costera y Castellar de Santiago, en la provincia de Ciudad Real, de donde eran sus padres y abuelos y donde sus progenitores se instalaron tras jubilarse.
A pesar de sus grandes éxitos profesionales, la vocación de Cavadas nunca fue ser médico. De hecho, su pasión por los animales lo inclinaban más hacia la carrera de veterinaria o incluso paleontología, puesto que era un amante de los dinosaurios.
Siempre fue un buen estudiante y por eso no tuvo problemas en ir superando con matrícula de honor todas las asignaturas que cursaba en Medicina en la Universidad de Valencia.
En 1995 se graduó con la calificación de Apto Cum Laude y se le concedió el Premio Extraordinario de Licenciatura (1983-1989) y el Segundo Premio Nacional de Licenciatura en Medicina (1990). Después se especializó en Cirugía Plástica y Reparadora, aunque siempre tuvo claro que las intervenciones estéticas no eran lo suyo.
El lado más personal del doctor Cavadas
El fallecimiento de su hermano Jaime en un accidente de tráfico y un viaje espiritual por África cambiaron su vida de forma instantánea. Dejó el lujo atrás y finalmente encontró su verdadera vocación: ayudar a los más necesitados.
En 2003 creó la Fundación Pedro Cavadas para operar gratis a niños con problemas reconstructivos complejos en África oriental. En estos años ha realizado más de 11.000 intervenciones, 700 de ellas reimplantes financiados prácticamente en su totalidad por él mismo.
En cuanto a su vida personal, cabe reseñar que el cirujano está divorciado y tiene dos hijas. Aunque la paternidad no le hacía especial ilusión, el deseo de su entonces mujer, con la que mantiene una excelente relación, los llevaron a adoptar a dos niñas en China. Ahora, reconoce que no podría vivir sin ellas.
Tras su separación, el doctor se volvió a enamorar de una enfermera con la que ahora comparte su vida. Además de ser su pareja, Vanessa Alemany es también su compañera de trabajo. Juntos viajan constantemente a África para salvar las vidas de personas que sin ellos no tendrían ninguna oportunidad.