La polémica que gira en torno al caso de Antonio David Flores y Rocío Carrasco ha llenado las portadas de todos los medios por dos motivos principales, la duración del conflicto y su seguimiento público casi diario. Mediaset anunció hace apenas unos días que rompería su contrato con el colaborador y que no volvería a trabajar en ninguna de las producciones de la cadena. Si bien han sido muchos los que se han abalanzado sobre el comunicador, hay una voz pública que ha salido en su defensa, la de 'Rubén Arranz'.
El periodista apunta que se está realizando una 'caza de brujas' con respecto a la versión de Antonio David y que desde la mayoría de tertulianos gracias a la victimización hacia Rocío Carrasco, la postura ha cambiado radicalmente. El autor argumenta que nadie sabe si la hija de Rocío Jurado dice, o no, la verdad, pero asegura que la ley no actúo en su día contra el exagente de la guardia civil; aunque si lo hizo por un delito de malversación de caudales públicos.
Arranz asegura que el linchamiento público se debe a que el Estado de derecho se ha debilitado y los tiempos han cambiado, que aquellos encargados de dirigir a la opinión pública necesitan darle oxígeno a sus masas, y que el exmarido de Rocío es una víctima de esta condición.
Para argumentar este testimonio asegura que son los mismos que en su día fueron «capaces de defender a Juana Rivas o emprenderla contra cualquier sentencia judicial que contradiga su verdad». Continúa maldiciendo que el poder mediático no deja de ser una nueva Inquisición que no atiende a la sentencia de un juez, sino que determina su propio juicio.
Apunta a Telecinco
«Por eso, algunas noches a la semana observas en la pantalla de Telecinco a un grupo de muchachos y muchachas cuya capacidad neuronal solo alcanza para tratar de aparearse de forma indiscriminada e intentar evitar la incontinencia mientras permanecen despiertos. A veces, fracasan en alguna de sus misiones. Es complicado hacer dos cosas a la vez para según qué mentes» escribe el Rubén Arranz.
El duro ataque contra los tertulianos de Mediaset continúa cuando pone bajo duda la decisión final de apartar a Antonio David y el beneficio que prevé la cadena. «La jugada es redonda: gracias a este programa, Rocío Carrasco y Mediaset aumentarán sus ingresos; y, de paso, las feministas del Gobierno lanzarán un guiño hacia una cadena que presumirá de ‘valores morados’ gracias a dar cabida al testimonio de una mujer que dice haber sido maltratada» continúa en su reflexión.
En este achaque público el escritor comenta que no se trata de poner en boga una situación que afecta a miles de mujeres, sino que el hecho principal es lucrarse a través de la mediatización de una historia. Para defender esta argumentación se dedica a citar algunos casos concretos en los que la razón no se pone del lado de la víctima.
«También hay una que ha cobrado un pastizal por contar su historia. Y una televisión ha negociado el formato y hará negocio con ello. Y ha despedido a su exmarido sin más prueba que un testimonio y pese a que la justicia no le dio la razón a ella, como apuntaba uno de los colaboradores de Sálvame este lunes» sentencia Rubén Arranz.
Por último concluye que el caso de Antonio David no será el último, sino que otras y otros muchos se verán sometidos a «la aniquilación social a manos de la nueva secta de lo polite». Aprovecha comentar que el clima que se vive en este tipo de situaciones es acompañado por la situación actual de caos económico que vive el país.