Qué duda cabe de que Mariano Rajoy ha sido el presidente más atípico de la democracia española. Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero viven un retiro dorado entre consejos de administración y conferencias millonarias, pero Mariano Rajoy anunció que volvía a su antiguo trabajo el día después de abandonar la Moncloa.
Pocos días después de cumplir 66 años, el ex presidente del Gobierno ha vuelto al primer plano de la actualidad por su declaración como testigo en el juicio de la caja B del PP, una situación que le ha obligado a salir por unos momentos del anonimato en el que vive.
Tras la moción de censura que acabó con su Gobierno,en 2018, Mariano Rajoy dejó la política, su escaño en el Congreso y todos sus cargos en el partido. Ahora es solo un militante de base del Partido Popular, y vive una vida retirada alejado de los focos de la que solo sale para presentar libros o apoyar puntualmente algún acto de su partido.
El resto del tiempo lo pasa dedicado a su trabajo como registrador de la propiedad, y a pasar más tiempo con su mujer, Viri, y sus dos hijos, Mariano y Juan. Según ha trascendido, con su nuevo empleo puede llegar a ganar un millón de euros brutos anuales, y además tiene más tiempo libre para jugar con sus hijos a la videoconsola.
También sigue los partidos de fútbol, como buen aficionado al Real Madrid. De hecho, hace un tiempo sonó su nombre para presidir la Federación Española de Fútbol, algo que él ni confirmó ni desmintió. Pero de momento parece que ha encontrado el equilibrio perfecto en su vida. Rajoy no quiere saber nada del pasado. Incluso ha cambiado de número de teléfono, y es su secretaria, Ketty Satrusegui, quien le organiza la agenda.
Vive con su familia en un dúplex en Aravaca
En 2019 presentó su biografía «Una España Mejor», y en verano de 2020 reapareció para apoyar a Alberto Núñez Feijóo en las elecciones gallegas. Esas han sido las contadas ocasiones en las que Mariano Rajoy ha salido de su madriguera en todo este tiempo. Tras salir de Moncloa se reincorporó al registro de Santa Pola, trabajo que había abandonado 30 años antes para meterse en política, y luego solicitó plaza en Madrid.
Su antigüedad le permitió obtener una plaza en la oficina número 5 del registro mercantil, en el Paseo de la Castellana. Rajoy afronta así sus últimos cuatro años de trabajo, hasta la jubilación obligatoria a los 70. Vive con su mujer y sus hijos en una residencia en Aravaca, la misma donde vivía antes de ser presidente y trasladarse a la Moncloa.
La casa donde vive Mariano Rajoy es un dúplex de 280 metros cuadrados rodeado por amplios jardines por donde puede realizar su actividad favorita, caminar rápido en chándal. Así se le puede también durante sus veranos en Sanxenxo, junto a su amigo íntimo José Benito Suárez, marido de la ex ministra Ana Pastor.
La adaptación no fue nada fácil, sobre todo para sus hijos. En la Moncloa, la familia del presidente está sujeta a estrictas normas de seguridad que limitan el normal desarrollo de su vida cotidiana. Ahora viven una vida completamente normal. El mayor, Mariano, tiene 21 años y está acabando Administración de empresas y relaciones internacionales en la Universidad de Comillas. El menor, Juan, tiene 15 años y estudia bachillerato en un colegio británico, cerca de la residencia de los Rajoy.
Solo le queda un hermano vivo
Pero tras salir de la Moncloa, Rajoy también ha tenido que enfrentarse a momentos duros, en especial la muerte de su padre, don Mariano, y de su hermana, Mercedes. Otro de sus hermanos, Luis, había fallecido también de cáncer en 2014, así que a Mariano Rajoy ya solo le queda un hermano vivo, Enrique, que es registrador como él.
La muerte de su padre, cinco meses después de la moción de censura, fue un golpe duro ya que estaban muy unidos. De hecho, el ex presidente se lo había llevado a vivir con él en la Moncloa. Don Mariano conocía tan bien a su hijo que pronosticó su cambio radical de vida: le advirtió que la política son navajazos y sinsabores, que esa vida no era para él y que lo suyo era ser registrador.
En diciembre de 2019, Mariano Rajoy tuvo que afrontar otro batacazo familiar: la muerte de su hermana Mercedes. Tenía 62 años y murió de un infarto fulminante. Fue su marido, Francisco Millán, quien descubrió el cuerpo sin vida de su esposa al llegar a casa. Ambos compartían residencia en Aravaca, cerca de donde vive Mariano Rajoy.
Mariano también estaba muy unido a su hermana. Los dos se parecían mucho, ya que ella también era registradora de la propiedad y una persona muy reservada, que huía de los focos mediáticos. Además, Mariano y Mercedes solían veranear juntos en Sanxenxo. Tras su pérdida, Mariano Rajoy ha tratado de salir adelante con el apoyo de su familia.
Lo que tiene claro después de todos estos años es que la política, para él, es el pasado: «Es un gran honor, pero son muchos los inconvenientes y la presión. Ahora la política española sigue su curso y yo sigo mi vida, razonablemente feliz».