El pasado 28 de julio de 2019, Nacho Vidal explicaba que el fallecido, que era amigo de su prima, llevaba tiempo intentando probar la droga que se extrae del sapo y que el simplemente le ayudó a realizar el ritual.
Ahora, meses después de ser acusado de homicidio tras la muerte del fotógrafo valenciano José Luis Abad, el actor porno ha hablado en una entrevista muy sincera sobre como ha cambiado su vida en los últimos meses.
Nacho Vidal ha concedido una entrevista a 'El Periódico de Cataluña', donde se defiende de todas las acusaciones y relata su versión de lo sucedido. En concreto, el ex superviviente ha revelado la frase que le dijo al fotógrafo antes de proceder al ritual: «Yo no soy un chamán, yo no soy un maestro, simplemente te voy a acompañar con la medicina».
El valenciano relató como habían sido los segundos antes del fatal desenlace: «Automáticamente, él entra en una parada y se queda en catarsis, no respira. Creo que pasaron unos 15 segundos. Repito, está grabado. Cuando veo que él no está respirando, lo atiendo. Es mentira que no lo socorrí (...) Hice todo lo que estuvo en mi mano para salvar esa persona. Me tiré al suelo, lo recuperé. Hice el 30-2 lo mejor que pude».
En cuánto a la pregunta de por qué no había socorrido al fotógrafo cuando este se revolvía en el suelo, Vidal contestaba tajantemente: «Estuvo 22 minutos respirando y moviéndose por el suelo. Ese es el viaje, esa es la experiencia. Es lo que le pasa al 100% de las personas que toman esa medicina». Fue cuando Abad se quedó quieto totalmente cuando el actor porno decidió llamar a la ambulancia.
Nacho Vidal también ha querido desmentir que hubiera cobrado algo por realizarle este ritual, algo que se comentó mucho en redes sociales. «Yo soy Nacho Vidal, yo no soy un chamán. Cómo voy a cobrar. ¿Por qué voy a cobrar? Viene una persona que es amigo de mi prima a pasar el día y a comer una paella. ¿Cómo le voy a cobrar?», se preguntaba casi al borde del llanto.
Desde que se produjese la tragedia, la vida de Vidal ha cambiado por completo y asegura tener secuelas psicológicas. «Todos los días paso por donde ese chaval se ha muerto y me hacen sentir que es mi culpa y como una mierda. ¿A ti se te ha muerto alguien en las manos alguna vez? ¿Sabes cómo te queda la cabeza después?», reconocía visiblemente afectado.