La muerte de un periodista de Telecinco ha dejado de luto a todos sus compañeros de la cadena. Han sido decenas los mensajes que han llegado de condolencias y despedida.
Él era Ángel Rafael Cedeño, un hombre de 38 años. Ha fallecido después de varios días encontrándose más y con un desmayo. Se trataba de un corresponsal en Venezuela, acudió a varios hospitales de la zona, pero ninguno le ayudó.
Ángel terminó por fallecer después de no haber recibido ningún diagnóstico ni apenas cuidado.
Como decimos, han sido decenas las personas que se han hecho eco de su fallecimiento y han enviado palabras cariñosas a sus conocidos.
Ha sido una noticia que ha conmocionado al periodismo, pero ha habido una persona en concreto que ha escrito un texto desgarrador sobre lo sucedido.
Esther Yáñez, una compañera de profesión que había estado muy cerca de Ángel. "Cuando decidí dejar Venezuela tras cuatro años[... ]fue pensar en mi sustituto o sustituta", comienza su texto.
"Julio, mi hermano, mi camarógrafo, que se quedaba y debía continuar trabajando en la corresponsalía con la nueva incorporación, me habló de Ángel Rafael Cedeño", sigue relatando la periodista.
"Ángel era un tipo increíble, en todos los sentidos; y experto en contar la realidad de su país. Lo hacía como nadie porque la sufría como cualquiera", afirma en su carta Esther.
El periodista no consiguió un diagnóstico para poder ser tratado
Y parece que sí, Ángel sufrió la realidad de Venezuela hasta el último momento. Su muerte, en realidad, mucho tuvo que ver con la situación del país y, en concreto, de sus hospitales.
"Venezuela lo mató", ha dejado escrito contundente la mujer. Y es que, en su texto deja claro que pese a haber pedido ayuda en varias ocasiones, los médicos no le atendieron cómo necesitaba.
"A Ángel no le pasaba nada, aparentemente. Un jueves comenzó a sentirse mal y de repente se desmayó. Se embarcó en el periplo habitual de buscar un hospital que le atendiese en Caracas".
"No tuvo suerte con los dos primeros, donde le dijeron que ni siquiera había médicos. En los hospitales públicos de Venezuela hay poca cosa", sigue contando la mujer aprovechando para denunciar la situación médica actual que se vive en el territorio.
"Cuando consiguió que le atendieran, le dijeron que no sabían qué le pasaba y lo mandaron a casa", continúa explicando.
Al parecer, le dieron varias supuestas soluciones que de poco le sirvieron: "Que si reposo, que si amoxicilina (que es de los pocos medicamentos que todavía se encuentran con seguridad en las farmacias), que si en unos días le harían alguna prueba para dilucidar el origen de su dolencia".
"No llegó a las pruebas. Venezuela lo mató", acaba su relato contundente.
Y es que, según se desprende de las palabras de esta periodista, los últimos días de Ángel no fueron nada fáciles.
Ella misma redacta en su texto unas palabras que el propio periodista dijo pocos días antes de perder la vida: "No podía respirar, pensé que iba a morir. Y así tocó recorrer otros hospitales hasta llegar al Clínico Universitario donde me atendieron a las patadas y en condiciones infrahumanas".
"Venezuela es enfrentarte a un sistema de salud colapsado. Una cosa es que lo digamos en un reportaje y otra que lo vivamos en carne propia", había asegurado también el hombre.
"El lunes fue la última vez que hablamos. Le pregunté qué tal estaba, qué necesitaba. Me mandó un mensaje de audio porque no tenía fuerza para escribir, me dijo. Cuando lo escuché se me pusieron los pelos de punta. Algo raro pasaba", sigue explicando la mujer en su texto.
"Solo me decía: «Esther, me estoy sintiendo muy mal». Una hora después me comunicaron su fallecimiento".