Tras varios intentos fallidos de quedarse embarazada y visitas a distintos especialistas que les afirmaban que todo estaba bien, Silvia Abril, junto a su pareja, Andreu Buenafuente, acudió a la consulta del psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer para ver cuál era el problema.
Conocieron al doctor gracias a una amiga de la pareja, y con él descubrió que era intolerante al gluten y averiguó que el hecho de haberlo ingerido durante tanto tiempo había afectado a su sistema reproductivo. Después de un mes sin ingerir este alimento logró su objetivo.
De igual modo, la humorista también encontró que tenía vítiligo, es decir, la despigmentación de la piel, manchas blancas que pueden ser provocadas por la intolerancia al gluten.
Además, también realizó una depuración de hígado durante siete días y cambió la alimentación. Silvia cuenta que al princpio fue duro y le trajo muchos dolores de cabeza, pero que con esto «Resuelves inercias con las cuales has convivido toda la vida, energéticamente te vas encontrando diferente. Te das cuenta de que pasamos de puntillas por la vida, que estamos muy desconectados».
«Me estaba intoxicando sin saberlo», son algunas de las palabras de la humorista frente al asunto. A pesar de haberse cuidado siempre y haber hecho cursos de cocina, seguía ingiriendo alimentos con gluten porque no sabía que no lo toleraba.
Otro de los pacientes de Xevi, además de Andreu Buenafuente, fue nada más y nada menos que su madre. La actriz cuenta que su progenitora arrastraba desde hacía años un dolor lumbar y con la dieta proporcionada por el doctor, la aflicción desapareció. «Estamos acostumbrados a que, cuando tenemos un dolor, nos tomamos una pastilla o más para calmarlo: no buscamos el origen. La medicina tradicional busca el remedio, pero no el origen del dolor».
En la consulta a la madre de Silvia Abril le preguntaron si tenía el mismo dolor durante el día y durante la noche, obteniendo una respuesta afirmativa. «No podía tener un origen lumbar, porque cuando dormimos el músculo se relaja y, por lo tanto, se tendría que levantar mejor. El origen del problema era un mal funcionamiento de los riñones: estaban intoxicados», comenta la presentadora catalana.
A día de hoy la actriz ha cambiado por completo su dieta: desayuna tostadas de pan sin gluten, jamón ibérico té, pero sin excederse porque según un homeopata «son hierbas medicinales y funcionan cuando no hay síntomas». Y a pesar de no ser vegetariana come mucho pescado, tofú y quinoa con verdura, y los frutos secos son un indispensable en su bolso.