Mientras algunos de nuestros famosos han tenido que realizar una cuarentena tras tener síntomas de Covid-19, otros han tenido que hacer frente algún que otro susto con su salud, tal y como ha revelado Mónica Carrillo.
La periodista se sinceraba a través de su cuenta de Twitter y confesaba que su médico le había detectado un carcinoma basocelular a los pocos días de finalizar el confinamiento.
«Si tienen un minuto les voy a contar una breve historia. A principios de junio mi primera salida tras el confinamiento fue la visita al dermatólogo. El motivo: una pequeña herida que no terminaba de cicatrizar me acompañaba desde hacía un par de meses», comenzaba diciendo Mónica Carrillo.
«Finalmente, el cirujano me confirmó que se trataba de un carcinoma basocelular, un tipo de cáncer de piel localizado en la nariz. Aquel mismo día el doctor lo extirpó y comencé un lento periodo de recuperación hasta mi reincorporación al trabajo el día de hoy», escribía en su cuenta de Twitter.
Y es que este verano ha sido nada fácil para la periodista y así ha querido dejar constancia: «Este verano atípico para todos lo ha sido también en este sentido para mí. Protección solar, apósitos, gorras y grandes dosis de paciencia y confianza. En estas situaciones nos ponemos a prueba nosotros y también las personas que nos rodean».
«Yo tengo la suerte de estar maravillosamente rodeada en lo personal y lo profesional, así que este apoyo ha sido fundamental para mí. Quienes me conocen saben que no soy dada a contar detalles de mi intimidad pero no en esta ocasión creo que puede servir para dar visibilidad», sentenciaba la periodista con el fin de concienciar a la sociedad sobre la importancia de protegerse del sol.
«La vida, como nosotros, está llena de imperfecciones que hacen que este juego sea apasionante. Aquí tenéis unas fotos de cómo ha sido mi evolución los últimos tres meses, sin filtros ni retoques. En ocasiones la vida nos da zarpazos. Creo firmemente que somos todo lo que nos ha hecho llegar hasta aquí. A partir de ahora, a mí me acompañará este arañazo en el rostro. Ya nos estamos acostumbrando y creo que incluso nos caemos bien», continuaba diciendo para seguidamente adjuntar tres fotografías de su rostro en los que se veía la cirugía que le habían practicado.
«Me aplico la filosofía japonesa del kintsugi: el arte de reparar la cerámica con resina de oro para evidenciar que los defectos forman parte de nosotros y, en ocasiones, son las más grandes virtudes. Cuídense, vayan a revisión y protéjanse del sol. Salud», sentenciaba finalmente Carrillo.