Anoche se produjo la llegada de uno de los momentos más esperados por los espectadores de la tercera temporada de 'La Isla de las Tentaciones'. Nos estamos refiriendo a las hogueras finales. Sí, al reencuentro de las parejas después de haber estado separadas durante semanas.
Como era de esperar, esos 'cara a cara' no defraudaron a nadie. Es más, podemos decir que durante los mismos se produjeron varios instantes que vienen a reafirmarnos en una idea: ha sido la mejor edición del reality.
Ya teníamos claro que era la mejor de las tres. No obstante, lo que vimos anoche nos hizo afianzar nuestra postura: la tercera edición ha sido única e inigualable.
El primer motivo: un romanticismo nunca visto
Las hogueras finales de estas tres temporadas han estado llenas de reproches, de llantos, de miradas esquivas, de abrazos, de besos o de rechazos. No obstante, sin lugar a dudas, jamás habíamos visto un instante tan romántico como el reencuentro entre Hugo y Lara.
El gallego le ha quitado el 'sambenito' de 'llorón televisivo' a David Bustamante. Y es que se ha pasado toda la tercera edición echando de menos a su novia. Es más, ha lamentado lo mal que se ha portado con ella fuera del concurso o las veces que le ha causado daño.
No ha habido día que no haya soltado una lágrima por su chica, ya que tenía claro que no quería perderla. Quiere que sea su mujer y la madre de sus hijos. Por eso, no dudó en demostrarle su amor en la hoguera. Tanto es así que, aunque ella estaba un poco distante al principio, no pudo evitar cayendo rendida a sus brazos. Y más aún cuando pudo comprobar todo lo que él la había echado de menos.
Si tras la boda de los Reyes Felipe y Letizia todo el mundo quería que alguien le mirase como se observaban ellos, ahora las cosas han cambiado. Ahora todos desean que una persona les mire a los ojos como Hugo a Lara. Y es que él estaba encandilado, tanto es así que no le hizo caso ni siquiera a las imágenes que le pusieron.
Es más, tal es el amor que siente por su chica que se 'saltó las normas del programa'. Así, sin pensárselo dos veces tomó su asiento y lo situó al lado del de ella. Habían pasado mucho tiempo separados y no quería que fuese así ni un minuto más.
Los besos, los abrazos y las caricias comenzaron a hacerse presente en esta hoguera final, la más romántica de la historia de 'La Isla de las Tentaciones'. Tanto es así que más de un espectador acabó emocionado y deseando vivir un momento así en su vida. Y es que ¿quién no se derrite si escucha decir a la persona a la que quiere: 'No quiero un despertar sin ti'?».
Eso sí, obviemos que, al final, Hugo rompió la magia diciéndole a Lara: «Esta noche, carricoche» o «Dame un beso con lengua». No todo podía ser perfecto.
El segundo motivo: sorpresa inesperada
Si algo nos ha demostrado esta tercera edición es que ha estado llena de sorpresas. Así, ha sucedido cuando Lola inesperadamente se enrolló con Carlos o cuando Jesús lo hizo con la soltera Lara, para incredulidad de Stefany.
Y en la hoguera final no podía faltar otro hecho inesperado. En ninguna de las temporadas los seguidores del reality quedaron tan 'flasheados' como anoche. En concreto, los espectadores abrir la boca cuando, de manera nada previsible, Marina decidió irse sola y no con Isaac.
¿Cómo? Sí, incrédulo y sin pronunciar palabras fue como se quedó el público cuando la sevillana tomo esa decisión. Nadie la entendió y nadie la entiende. Si se había pasado todo el concurso viviendo una relación con el soltero, al que había llegado a manifestar que lo quería...¿Entonces?
Su justificación fue que necesitaba estar un tiempo sola ¿Creíble? No mucho.
El tercer motivo: Sandra Barneda representó al espectador
Al público de 'La Isla de las Tentaciones', en más de una ocasión, le habría encantado estar junto a los concursantes. Y es que así les hubiera dicho 'cuatro cosas', les hubiera aconsejado o directamente habría sentido empatía con ellos.
Está claro que estar junto a los participantes es imposible. Sin embargo, en esta tercera edición ha sucedido algo que le ha hecho estar muy cerca de lograrlo. En concreto, lo que ha pasado es que la presentadora (Sandra Barneda) se ha convertido en el fiel reflejo de los sentimientos y opiniones del espectador.
Buena muestra de eso ha sido que, por ejemplo, durante la temporada ha dado los 'cortes' necesarios a Manuel, el 'manita relajá'.
Anoche en las hogueras finales aquella vino a representar a todos los seguidores del programa. Y lo hizo, por ejemplo, cuando, saltándose su papel distante, no pudo más que celebrar con los brazos en alto el amor de Hugo y Lara.
Estos tres momentos citados de anoche vinieron, como hemos dicho, a reafirmarnos en la idea de que esta ha sido la mejor edición de todas. No obstante, a eso también han contribuido las incoherencias de Lola, la frase ya mítica de Lucía, los moños de Raúl, las actitudes de Manuel, la alarma de la tentación...