Por todos es conocido el problemático pasado de Melendi. En diversas ocasiones, el cantante asturiano, ha hablado públicamente sobre su adicción a las drogas y al alcohol cuando empezaba a triunfar en el mundo de la música.
El pasado miércoles, el creador de 'Voy caminando por la vida' acudía al plató de 'El Hormiguero' para promocionar 'Cómo entrenar a tu dragón 3', la película infantil a la que Melendi pone música, 'El cielo nunca cambiara' y voz a uno de los personajes, Crimmel, el villano del film. Aprovechando que la película es de carácter infantil, Pablo Motos le preguntaba sobre su faceta como padre, algo a lo que Melendi contestó, irónico, que se estaba planteando realizar una vasectomía.
Un gamberro con mucho corazón
Aunque en un principio resulte raro que Melendi haya participado en una película para niños, lo cierto es que el cantante ha aprovechado la entrevista para declararse fan de las películas de Disney.
«Me las he tragado todas», confesaba el artista para más tarde añadir, entre risas, que «Frozen es un clásico que se ve todos los fines de semana en mi casa». Y es que el asturiano acaba de ser padre de su cuarto hijo, por lo que las películas de dibujos se visualizan en su casa día si y día también.
La conversación entre Motos y Melendi cada vez era más fluida e incluso el presentador confesó al artista que lo había hecho reír, en más de una ocasión, contando las anécdotas de su adolescencia más gamberra. Lejos de enfadarse, el asturiano admitió que sus inicios habían sido una de las mejores épocas de su vida, pese a las polémicas.
Una resaca, el inicio de su carrera musical
Ni corto ni perezoso, Melendi aseguró que su llegada al mundo musical se debía prácticamente a la casualidad. «Cuando era pequeño creía que podía ser futbolista, era muy alto, pero con el paso de los años todo se igualó y vi que no tenía talento. Así que con 16 años cogí la guitarra y hacía canciones para mí, no se las enseñaba a nadie. No soñaba con grabar una maqueta»
El cantante recordó en 'El Hormiguero', que en la discoteca en la que trabajaba por aquel entonces, cuando tenía tan solo 18 años. «Trabajaba en un bar de Oviedo donde la noche anterior no pude hacer las neveras del pedal que arrastraba», explicaba.
Según cuenta el asturiano, en el bar había varios productores que estaban realizándole una prueba a un amigo de sus amigos. «Me levanté a las tres de la tarde y fui al bar. Allí estaba un amigo mío con un cantautor, Pablo Moro, que tiene unas letras increíbles y le estaban haciendo una prueba a él», comentaba, para después añadir que fue en ese mismo instante cuando se tiró a la piscina enseñándole sus «tres canciones» a los productores allí presentes.
Al escuchar las maquetas del artista, no dudaron en darle una oportunidad en la industria musical, eso sí, Melendi aclara que «nos ficharon a los dos». Entre risas Melendi extrajo una extraña conclusión: «Estoy aquí por una borrachera». Recordando su gamberra adolescencia el cantante sentenciaba que «viéndole así, las borracheras han ido marcando mi camino»