El documental de Rocío Carrasco, más allá de dar voz a problemas tan graves como el maltrato o la alienación parental, ha conseguido volver a situar en el centro mediático a su familia.
La gran Rocío Jurado se desvivió por los suyos, y dejó una huella imborrable en el mundo de la música. Así, su legado sigue más vivo que nunca, sobre todo de la mano de su hija.
Carrasco ha recurrido a las míticas canciones de su madre para apoyar su testimonio, y cada uno de los episodios iba titulado con alguno de los grandes éxitos de la artista.
'Como las alas al viento', 'Como una ola', 'Muera el amor' o 'Algo se me fue contigo', le han servido a Rociíto para contar su trágica historia de desamor y sufrimiento.
Pero, también para dar a conocer la obra de 'la más grande', ya que muchos jóvenes han descubierto a La Jurado gracias a la docuserie.
«Yo antes no escuchaba a Rocío Jurado. Me sabía las típicas canciones por mi madre, pero ahora me he puesto a escucharla por el documental y me gusta. Hasta me salen sus canciones en Spotify».
Sin duda, un negocio que a Carrasco le ha salido redondo, ya que ella posee los royalties de su madre, y con cada reproducción consigue embolsarse una importante suma de dinero.
Rociíto fue nombrada heredera universal de la fortuna de su madre, lo que significa que también es la única beneficiaria de sus derechos artísticos, tales como vídeos, películas o programas de televisión.
Además, también heredó todas sus joyas, vestuario y es la beneficiaria de la rentabilidad que obtiene del museo de Chipiona.
También cabe recalcar que Rocío se encarga de un espectáculo en honor a su madre, 'Qué no daría yo por ser Rocío Jurado', protagonizado por su gran amiga Anabel Dueñas. Un show producido por ella y por su marido, Fidel Albiac.
El legado de Rocío Jurado, más vivo que nunca
La inclusión de las canciones en la docuserie adquiere gran simbolismo, y ha sido vital para que los espectadores se sintiesen identificados con el relato. Una narración, que a pesar de haberse centrado en la historia de Rociíto, también ha rememorado a sus padres.
La mujer de Fidel Albiac hizo referencia en varios momentos a lo feliz que fue de niña, y también a la admiración que sentía por Pedro Carrasco y Rocío Jurado.
Además, señalaba que la forma en la que se separaron la artista y el boxeador fue todo un ejemplo. Algo, que a ella también le habría gustado llevar a cabo, aunque su exmarido, Antonio David, optó por lo contrario.
«Yo había vivido una separación ejemplar», explicaba durante las primeras entregas de la docuserie. Una guerra sin precedentes en la que sus hijos, Rocío y David Flores, se han convertido en las principales víctimas.
Rocío también nos ha hecho partícipes de su dolor, relatando de primera mano la pérdida de su padre, y posteriormente de su madre.
Tras una larga lucha contra la enfermedad, La Jurado fallecía en 2006 a causa de un cáncer de páncreas. Y, el documental nos ha servido para entender de cerca la forma en la que vivió su hija este durísimo trance.
Recientemente, se cumplían quince años desde que la artista nos dejara, y como viene siendo habitual, la familia se reunía en Chipiona para homenajearla. Un evento que no ha estado exento de polémica, y más ahora, cuando Rociíto ha revolucionado por completo a los Mohedano.
Además, Carrasco ha ido un paso más allá, y también ha basado la segunda parte de su documental en unos diarios secretos de su madre. En ellos, 'la más grande' habría compartido los trapos sucios de varios de sus familiares.