La segunda edición de 'La Casa Fuerte' ha traspasado el límite y está en el punto de mira. En la gala del jueves se pudieron escuchar gritos, desprecios y faltas de respeto muy graves. Parece ser que este año los concursantes están más divididos que nunca, hay mucho falserío y en las galas acaba desbordando todo el mal rollo acumulado.
Mahi ha sido la última en estallar y perder los papeles en directo, dándole el gusto a Tom Brusse, que, por lo que parece, es lo que buscaba desde el principio. El jueves la concursante explotó contra Tom, confesando que no puede más con su acoso y manipulaciones.
El objetivo ahora de Tom y de su grupo 'el lado oscuro' es Mahi, después de intentarlo con Samira, Antoni Pavón y otros. Conoce perfectamente el carácter y la actitud de Mahi y sabe de primera mano que tiene el apoyo del público. El hecho de que ella y su pareja, Rafa, hayan sido durante varias semanas los favoritos de la audiencia les ha colocado la diana en toda la frente. La envidia le corroe y necesita destrozar a otros para ganar. Está destrozando su reputación, si es que le quedaba algo después de su paso por 'La Isla de las Tentaciones'.
Mahi pierde los papeles en directo y arremete contra Tom Brusse
«En mi vida no he encontrado a persona más despreciable que él», así de clara y concisa era Mahi opinando sobre Tom Brusse. Además según la joven, Brusse se pasa el día haciéndole burla, le engaña, malmete entre sus compañeros y, como ni con eso puede con ella ni con la relación que tiene con sus compañeros, va más allá y miente. Y, por si fuera poco, miente apoyado siempre por Sandra, que le da la razón en todo, aunque no la tenga o se esté inventado lo que dice.
Al final toda esta maldad e hipocresía han desencadenado en que Mahi perdiera los papeles de una manera increíble, gritando, chillando, llorando, cosa que no le había ocurrido ni siquiera en 'Supervivientes'.
Al que supuestamente le llaman 'príncipe de Marruecos' en los directos se hace el santito, pone sonrisa burlona, no contesta, mantiene los nervios bien controlados y deja que sean los demás los que estallen. Sin embargo, cuando no hay cámaras se transforma en ese ser despreciable que destapó Mahi. Él solito se está quitando la máscara de niño bueno.
«No entiendo cómo puede ser tan mala persona, tan mentiroso. Es un miserable»
Por desgracia el pasado jueves Mahi cayó en la trampa de Tom Brusse. La audiencia vio a una Mahi desquiciada y muy cansada de su 'compañero': «¿Tú sabes que cuando un tonto coge una linde, la linde se acaba y el tonto sigue? Pues tú vas ya de expedición por los Pirineos y yo no te voy a seguir». A todo esto, Tom respondía con esa risa burlona e irrespetuosa. Fue la guindilla del pastel e hizo que la joven sacara las garras y todo lo acumulado durante las últimas semanas.
La exsuperviviente no podía más y petó: «Se han metido conmigo por mis pintas, por mi forma de hablar, pero que una persona se atreva a decir que ha escuchado eso cuando no has dicho nada. No entiendo cómo puede ser tan mala persona, tan mentiroso. Es despreciable. Es un miserable. Eso es lo que quiere, desequilibrarme porque va a por mí. No lo va a conseguir porque un tonto cuando se sube a una verja o se cae el tonto o se cae la verja. Y él quiere que suba con él a la verja y no me voy a subir contigo». Tom ni se inmutó, quiso seguir con su juego y dejó que ella misma se enterrara en su propia tumba.
Después de este grave episodio, quizás Telecinco y la dirección de 'La Casa Fuerte' deberían plantarse y dar un toque de atención a los implicados y a todo el grupo en conjunto. Una cosa son los malos rollos y las broncas fortuitas, la otra es llegar a estos extremos de odio y venganza. El próximo jueves se comprobará qué sucede y cómo continúa esta relación tan tóxica.