Lydia Lozano tiene cuentas pendientes con José Luis Moreno y las quiere resolver antes de empezar sus vacaciones de verano. Por ello, la dirección de Sálvame le ha ofrecido a la colaboradora dejar momentáneamente su silla en el plató para salir al exterior a realizar un importante reto. Este no era otro que el desplazarse en un coche hasta un punto indeterminado de la geografía madrileña.
Lozano se ha desplazado hasta la puerta de la gran mansión de José Luis Moreno. Una vez allí, el programa le ha pedido a la periodista que intentase hablar por todos los medios con el productor y sacarles así algunas declaraciones de interés. Antes de partir para allí, Lydia ha querido dirigirse a las cámaras para lanzarle un mensaje a Moreno.
En este le ha dicho que hiciese el favor de abrirle la puerta por la amistad que tienen desde hace tantos años, aunque en la actualidad José Luis le deba dinero. Un dinero que le debe desde que la colaboradora hiciese un cameo en una de las series del empresario y que jamás se acabó cobrando.
Dicho esto, Lydia ha ido directa a cumplir su misión, pero sus esperanzas de que José Luis Moreno le abriese la puerta se ha acabado esfumando por momentos. Lozano se ha plantado en la puerta de la casa y ha afirmado que no ha tenido problema en entrar a la exclusiva urbanización. Sin embargo los problemas han llegado cuando ha querido entrar en la casa del productor, encontrándose importantes limitaciones.
Cuando la colaboradora ha llegado a la casa ha picado insistentemente al telefonillo, unos intentos que se han producido sin respuesta menos en una ocasión. Aunque no se ha entendido la respuesta y luego ya se han sucedido las faltas de respuesta por parte de Moreno y del servicio que lo asiste en esa mansión.
Al ver que por las buenas no lograba la entrevista exclusiva que se ha propuesto, la colaboradora ha decidido optar por una actitud mucho más drástica y no tan pasiva. Lydia se ha descalzado y con el tacón de sus zapatos ha empezado a golpear la puerta metálica del productor para ver si así alguien le hacía caso.
Mientras la colaboradora golpeaba la puerta, ha advertido de que estaba escuchando un sonido un tanto extraño. Y este venía del sensor del acceso de la casa. Seguidamente Lydia ha afirmado que se acababa de cargar el sistema de apertura sin saber aún las consecuencias que puede tener este accidente.
Lydia Lozano podría acabar debiendo dinero
Si la tarde empezaba con Lydia Lozano queriendo cobrar la deuda de José Luis Moreno. Ahora las tornas podrían girar y la colaboradora podría acabar pagando al productor el importe del destrozo que haya podido producir en la puerta.
Después de esto, Lydia no ha acabado de pasar una muy buena tarde. Cuando ya faltaban pocos minutos para llegar a las nueve de la noche la colaboradora ha vuelto a hacer lo que nos tiene acostumbrados. Sus ojos se han inundado de lágrimas por un motivo que primero hemos desconocido, pero que con el paso de los minutos se ha destapado.
El programa se encontraba desvelando el coeficiente intelectual de Antonio Montero cuando Lydia ha soltado una broma y que no se ha entendido. Esto ha causado que la tertuliana empezase a llorar, recibiendo incluso la atención de una psicóloga que se encontraba interviniendo en directo en el programa.
Finalmente los directores del programa han entrado en el plató para intentar tranquilizar a la colaboradora y quitar hierro sobre lo que estaba ocurriendo en ese momento.