Lucas y Martín han nacido fruto de la consolidada pareja formada por Sara Carbonero e Iker Casillas, que en la noche de ayer confirmaron su separación tras días de rumores en la prensa del corazón.
Según adelantaba hace unos días la revista 'Lecturas', la periodista y el futbolista han tomado «caminos distintos» después de once años de matrimonio, poniendo fin a una historia de amor que ha marcado a nuestro país, puesto que se dio a conocer al mundo con el icónico beso de la pareja tras ganar el mundial de Sudáfrica en 2010.
La pareja ha querido confirmar la noticia a través de un breve comunicado en redes sociales para informar que la decisión ha sido de mutuo acuerdo y explicar que su unión seguirá intacta en «la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados como hasta ahora lo hemos hecho», reza el texto.
Lucas y Martín, los dos retoños de Sara Carbonero e Iker Casillas
Lucas, de 7 años, y Martín de 4 son el motor en la vida de Sara Carbonero e Iker Casillas, que se han apoyado en ellos para superar todas adversidades que han tenido que sufrir por culpa de sus problemas de salud.
En el caso de la periodista, el cáncer de ovario que le fue diagnosticado hace ya dos años y por el que recientemente se tuvo que someter a una pequeña intervención quirúrgica y, en el caso del portero, el infarto de miocardio que sufrió en mayo de 2019.
Los cuatro juntos han creado una preciosa familia que hemos visto crecer en los últimos años a través de las pocas, pero significativas fotografías que comparten ambos progenitores en sus redes sociales, donde casi nunca aparece visible el rostro de los pequeños.
Sara Carbonero e Iker Casillas, muy preocupados por la privacidad de sus hijos
Sara Carbonero e Iker Casillas siempre han intentado mantener el anonimato de sus hijos y proteger su intimidad para evitar la sobreexposición pública.
Cabe recordar un episodio relatado por la revista 'Vanitatis' el pasado mes de septiembre, cuando la periodista e Iker Casillas acompañaron a sus hijos en su primer día de colegio, mostrando su enorme implicación en la educación de sus retoños.
Para Lucas y Martín la experiencia resultaba completamente nueva. No solo por las medidas de seguridad contra la Covid-19 que marcaron este inicio del curso escolar, sino porque acudían por primera vez a su nuevo colegio en Pozuelo de Alarcón después de estar cinco años viviendo en Oporto.
Sin embargo, la vuelta al cole se vió empañada por un tenso episodio propiciado por la presencia de los paparazzi en la puerta del centro escolar, ya que Iker y Sara se mostraron muy molestos y pidieron a gritos que no tomaran imágenes de sus hijos.
La protección a la intimidad de sus hijos también es latente en las intervenciones que la periodista o el futbolista realizan en los medios de comunicación.
La pareja siempre ha evitado ofrecer declaraciones sobre su vida privada, aunque otras veces tampoco ha dudado en mostrar su orgullo por la gran personalidad de sus pequeños.
«A Lucas le gusta más el fútbol que a Martín. A mí me gustaría que fueran felices, si es en el fútbol, fenomenal, pero no tenemos especial interés», decía la periodista dejando en evidencia que lo único que les importa es la felicidad de sus hijos.
En definitiva, Iker y Sara son unos padres comprometidos que nunca permitirán que sus hijos sufran las consecuencias de una ruptura dramática.
«Nuestra prioridad es desde el cariño y el compromiso, compartir el bienestar y la educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un entorno estable y saludable», reza el comunicado en forma de post en Instagram.