Rocío Flores volvía este lunes 7 de marzo a ocupar su puesto como colaboradora en El programa de Ana Rosa. Días después de su última intervención, los ánimos en Telecinco no estaban nada calmados.
La hija de Antonio David reaparecía en medio de los rumores sobre su ruptura sentimental con una actitud algo altiva. Le puso las cosas muy difíciles a Joaquín Prat y al resto de sus compañeros, y esto no ha pasado desapercibido para los jefes de Mediaset.
Rocío Flores deja de ser intocable para los jefes de Telecinco
Desde que la hija de Rociíto pisó por primera vez un plató de televisión, todos se doblegaron ante ella. Pero su imagen de niña cándida y desamparada se fue tornando en el vivo reflejo de su padre. Sacó su verdadero carácter en más de una ocasión ganándose la antipatía de presentadores y colaboradores.
No fue así en El programa de Ana Rosa donde la acogieron con los brazos abiertos tras anunciarse el documental de su madre. Desde entonces, a Rocío Flores se le ha permitido todo sin que nadie le llevara la contraria.
No obstante eso parece haber cambiado. Su intervención el pasado viernes dejó con mal gusto a Joaquín Prat que se las vio y deseó para sacar alguna declaración a la colaboradora. Con prepotencia y altivez, se negó a hablar sobre su vida sentimental.
No aclaró nada sobre si seguía su relación con Manuel Bedmar y reiteró su negativa a exponer su vida privada. El ambiente no podía ser más tenso en el plató de Ana Rosa y hoy lunes, todavía era palpable el malestar.
Por eso, minutos antes de dar comienzo el Club Social, Joaquín Prat ha lanzado una advertencia a su compañera. "Espero que Rocío Flores hoy venga más habladora que el otro día", ha soltado el presentador en clara alusión a la actitud de hace días.
Toda una declaración de intenciones que deja en evidencia que la manera de proceder de la influencer no gusta en Telecinco. Le han arropado desde el principio, pero no están dispuestos a que sea ella la que marque los tiempos. Y ni mucho menos que trate con esa frialdad a sus compañeros.
Rocío Flores no tiene interés como tertuliana
Cuando Rocío fichó por El programa de Ana Rosa, afirmó que lo hacía en calidad de colaboradora. Por aquel entonces Olga Moreno se marchaba a Supervivientes y, en teoría, su trabajo era comentar el reality.
Sin embargo, el estreno del concurso coincidió con la reaparición de su madre con el exitoso documental sobre su vida. Desde entonces, el interés de la joven solo existía como personaje y principal protagonista del testimonio de Rociíto.
Ella aprovechó ese tirón para mandarle numerosos ataques a la hija de La Más Grande y victimizarse como la principal perjudicada. Rocío Flores tenía tirón más por lo que contaba de su vida que por su opinión en los realities.
Y así se mantuvo hasta que decidió que su vida sentimental con Manuel Bedmar no entraba en el contrato. "Jamás he cruzado el límite de comercializar con mi relación ni hablar de mi vida privada", explicaba a sus compañeros.
La labor de Joaquín y del resto de colaboradores de sacar algo en claro fue insuficiente, pues ella se mantuvo firme en el silencio. Tampoco entró a valorar las polémicas declaraciones de su padre contra Ortega Cano por mucho que insistieron sus jefes.
Sin embargo, no es la primera vez que el presentador le llama la atención por su actitud poco comunicativa. Que Rocío Flores evite ciertos temas es algo muy común, pero no por ello aceptable por sus compañeros. Veremos si esta nueva llamada de atención tiene efecto y la joven rebaja un poco su actitud altiva.