Kiko Matamoros lleva una semana ingresado en la Clínica San José, situada en la calle Cartagena de Madrid. El colaborador ingresó por una complicación derivada de la extracción de vesícula que le realizaron la pasada semana. Según parece, la intervención le provocó una infección muy molesta y que obligó al equipo médico a ingresarlo para someterlo a un seguimiento exhaustivo para intentar solventar este imprevisto clínico.
Durante estos días, 'Sálvame' ha seguido muy de cerca la recuperación del colaborador. Unas informaciones muy poco esperanzadoras, pues el reportero desplazado hasta la puerta de la clínica decía que la evolución de Matamoros no estaba siendo la esperada y por este motivo hoy el equipo médico ha tenido que tomar una drástica decisión que ha obligado al tertuliano a cambiar de centro médico con cierta urgencia.
De este modo, el paciente ha sido trasladado hasta la clínica del mismo grupo situada en Pozuelo de Alarcón, allí el equipo médico le ha realizado una intervención exhaustiva para intentar frenar estas complicaciones médicas y que están impidiendo al colaborador reincorporarse a su puesto de trabajo en televisión.
Matamoros vuelve a su clínica después de la operación
Una vez lo ha tratado el equipo médico de Pozuelo de Alarcón, una ambulancia lo ha trasladado de nuevo hacía la clínica San José, dónde seguirá su recuperación acompañado de su equipo médico habitual y también de su chica, la modelo Marta López y que está actuando como portavoz del colaborador, informando a su programa de la evolución de Matamoros. Una presencia que se ha notado mucho en 'Sálvame' y por esto hoy de nuevo, los colaboradores han deseado a su compañero una pronta recuperación.
De momento, la relación de Matamoros con su hija Ana Matamoros sigue siendo nula y están distanciados, recordemos por la enemistad protagonizada por la joven y la nueva novia del padre. Una relación que nace en las redes sociales y que según parece, habrían crispado de más la relación familiar.