Cualquier persona que lo conociera lo primero que diría de él es que si había algo que apasionaba a José Luis Abad era sin duda la fotografía. Este fotógrafo toledano, fallecido tras tomar el veneno de un sapo en un ritual por el que ha sido detenido Nacho Vidal, estaba siempre pegado a su cámara, fuera o dentro de su tiempo laboral.
Trabajador de «diez», «resolutivo y profesional» lo definen las personas de su entorno, según explica 'El Español'. Nacido en la localidad de Villanueva de Alcardete (Toledo), de apenas 3.000 habitantes, se trasladó a la zona de Valencia donde se convirtió en uno de los profesionales de la fotografía de moda más codiciados.
Sería también en esta provincia levantina donde acabaría perdiendo la vida. En principio, se creyó que su muerte se debía a un infarto de miocardio. Casi un año después se ha destapado que fue víctima del extraño ritual llevado a cabo por el conocido exactor porno en su casa de Enguera.
Allí con, la colaboración de un familiar de José Luis y un empleado de hogar le dieron un veneno de sapo bufo, conocido como la molécula de dios. Pese a sufrir convulsiones y asfixia, ninguna de las tres personas a su alrededor lo auxiliaron o llamaron a emergencias.
Muy conocido en Valencia
Su gran pasión era la moda y es por eso que por toda la Comunidad Valenciana había cubierto pasarelas, también algunas internacionales, y había hecho campañas de imagen, publicidad u otros trabajos editoriales o también bodas . Entre las publicaciones con las que había colaborado Vogue, Tatler Hong Kong, 2Bexposed NY o Oxxo magazine.
Además des de 1995 tenía su propia escuela de fotografía, ABADfotografía. Entre sus proyectos, haber fundado el festival fotográfico Enfoque Valencia o ser el director de fotografía del festival de Teatro Russafa Escénica o de la Semana de la Moda de Valencia.