
A estas alturas de la película parece claro que José Antonio Avilés miente más que habla. Y más grave aún. Además de mentir también podría ser un estafador.
Fue uno de los concursantes más polémicos de esta edición de "Supervivientes 2020". Pero lo sucedido en la isla no ha sido nada comparado con lo que hemos conocido después de su salida del reality. Sus mentiras, engaños y estafas son tan graves que llegan hasta el Palacio de la Zarzuela.
Triquiñuelas que salpican a la propia Reina
Decía tener un título de periodista por la Universidad de Gales. Aseguraba dominar el inglés como si fuera natural de Oxford. Presumía de una agenda de contactos propia de un ministro. Nada de esto es verdad.
Avilés se hizo un sitio en la televisión a base de engaños. Pero ya dice el refrán que se coge antes a un mentiroso que un cojo.
El colaborador de "Viva la vida" presumía de una entrevista exclusiva con la sobrina de la reina LetiziaCarla Vigo. En ella la joven criticaba duramente a la familia real. A Letizia no le hizo maldita la gracia que Carla hablara en ese tono abiertamente con la prensa. La relación entre ambas quedó muy tocada.
Carla Vigo trató de justificarse diciendo que ni sabía que estaba siendo grabada ni que la conversación se haría pública. Sabiendo lo que ahora sabemos sobre los peculiares métodos de Avilés parece que volvió a comportarse de forma poco ética y que mintió a la joven para hacerse con sus declaraciones.
La sobrina de la Reina es bisexual

Carla Vigo también ha sido carne de tabloide esta semana por un asunto completamente diferente en el que esta vez José Antonio Avilés no ha tenido nada que ver.
La joven es muy activa en sus redes sociales y en su cuenta de Instagram ha revelado algo perfectamente natural pero que podría resultar incómodo para la cosa real: es bisexual.
Carla Vigo siempre se ha declarado defensora de los derechos LGBT. Se ha dicho que en una ocasión Letizia le pidió que no asistiera a un acto organizado por el colectivo para no mezclar a Casa Real en estos asuntos. De ser cierto es fácil imaginar la ilusión que le habrá hecho a la reina la confesión de su sobrina.