José Antonio Avilés siempre se ha caracterizado por ser uno de los colaboradores más carismáticos de Viva la vida.
Siempre atento a cualquier exclusiva, se ha convertido en un auténtico peso pesado de Telecinco. Tanto es así, que muchos temen a su lengua viperina. Sin embargo, últimamente el tertuliano atraviesa una etapa algo complicada.
Tras haber estado sometido a una fuerte presión, él también ha decidido seguir los pasos de otras famosas como Laura Escanes o Dulceida.
Ellas también tocaban fondo y decidían abandonar las redes por un tiempo, pensando sobre todo en su propia salud mental. Y lo mismo le ha ocurrido a Avilés.
"He sido un drogadicto de la mentira. Quiero curarme y volver a hacer lo que me hace feliz", reconocía tras su salida de Supervivientes. Y es que el colaborador llegaba a crearse una vida paralela que nada tenía que ver con la realidad.
Algo para lo que necesitó recibir ayuda psicológica. Además, también su trabajo en televisión o su carrera en Periodismo han sido claves para seguir adelante y superar ese duro bache.
"En 4 años si todo va bien seré periodista y no tendré problema en mostrar mi título y como ya se sabrá la universidad se podrá investigar cómo he accedido. Todo lo demás son especulaciones", comunicaba muy ilusionado el año pasado.
Sin embargo, la crueldad que ha recibido en las redes sociales, que le han mostrado su cara más amarga, han terminado de hundirle por completo. Por eso, el cordobés ha tomado la decisión de cerrar sus perfiles en redes sociales, lo que ha comunicado a sus 83.000 seguidores.
José Antonio Avilés dice basta a sus haters y abandona las redes sociales
"Hoy hago un parón en mi vida. Necesito abrazarme, reconstruirme y recuperarme para volver a las redes sociales", ha comenzado explicando vía stories de Instagram.
"Me siento triste, desorientado, siento que estoy andando un camino sin un mapa que me guíe y tengo miedo de perderme en el bosque", reconocía.
"Es cierto que cada vez que una polémica me rodea y me afecta demasiado, me hundo. Ya no me quedan fuerzas. Necesito recuperar mi alegría, quererme a mí mismo, en fin ser yo".
Además, ha hecho públicas las amenazas que recibe continuamente y casi a diario. "Desde hace un mes recibo a diario amenazas, insultos por parte de algunos gilipollas", ha denunciado.
"Invierten su tiempo en intentar hacer daño y vomitar todo el odio que tienen dentro, y sinceramente no estoy dispuesto a vivir sin dormir, necesitando medicación para conciliar el sueño, no. No puedo más", ha proseguido.
Avilés remarca que entiende que las críticas forman parte de ser una figura pública, pero no ese acoso constante al que le someten sus haters.
"Entiendo que soy una persona pública y que hay opiniones de todos los tipos, por supuesto, pero dentro de esas opiniones creo que es fundamental el respeto. Os prometo que en cuanto esté bien volveré. Mandadme la buena energía del mundo para recuperarme pronto", pedía a sus seguidores.
Este no es el primer bajón emocional que sufre el televisivo, ya que hace un tiempo llegaba a confesar que había pensado en quitarse la vida. Justo tras su salida de Supervivientes, cuando se topaba de frente con las consecuencias de sus mentiras.
"Me daba mucho miedo la realidad y pienso en tirarme por una terraza. A mí me ha costado muchísimo trabajo hablarlo con tranquilidad. Sin el equipo de este programa no hubiera sido capaz de salir a flote", ha contado.
Por su parte, sus compañeros aseguraban alegrarse de que hubiese superado esa etapa tan complicada. "Me alegro mucho que hayas superado esa etapa. Este tiempo no nos han llegado mentiras y sí muchas exclusivas", le felicitaba Emma García.