Continúa la revolución entre Rocío Carrasco y Antonio David Flores tras la emisión del tan esperado documental, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’. «Yo si algo me he considerado en la vida, y me considero, es buena madre. Porque yo me he puesto por delante de mis hijos siempre, para que a ellos no les rozara ni el aire. He estado malviviendo veinte años con tal de no contribuir al sufrimiento de dos niños. A mí me ha arrancado de cuajo lo más importante que bajo mi punto de vista tiene una mujer, que son sus hijos», decía Rocío Carrasco en emisión.
Una de las primeras personalidades conocidas en España que decidió hacer un apunte en la red social de Twitter acerca de su situación actual, fue Rocío Monasterio, presidenta de Vox en Madrid, “Hoy media España ha entendido lo que es el síndrome de alienación parental. Lo sufren miles de niños, unos víctimas de padre, otros de madre», explicó la política en su canal social.
Lo cierto es que otro de los protagonistas del documental, Antonio David Flores, nunca ha sido condenado, ni tampoco juzgado, por el delito de lesiones psicológicas que le atribuye su exmujer en una de las denuncias implantadas en los juzgados el 23 de diciembre de 2016.
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Sin embargo, en la documentación oficial aportada por la denunciante ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Alcobendas, sí que aparecen claramente reflejadas las influencias directas de las opiniones del padre en los pensamientos de la hija, algo que apuntan los especialistas de los gabinetes psicosociales adscritos a los distintos juzgados a los que han ido asistiendo la pareja ya divorciada.
A estos documentos ha tenido acceso exclusivo el medio ‘Vanitatis’, escritos que ponen de manifiesto que la hija del matrimonio mostraba síntomas claros de “adoctrinamiento” por padre del padre ante el rechazo a la madre. Un problema que recibe el nombre de síndrome de alienación parental (SAP).
En este sentido, en marzo de 2013, la hija, Rocío Flores, fue condenada por «un delito de maltrato habitual, un delito de maltrato, una falta continuada de amenazas y una falta continuada de injurias» hacia su madre. Una información que recogió en exclusiva el medio anteriormente citado hace justamente un año tras poder acceder a más de 2.000 folios de documentación judicial en la línea del caso. Tras ello, la menor, que en ese momento tenía 15 años, abrió un proceso de malos tratos contra su madre, por el que acabaría siendo ella la condenada.
«Mi padre tenía razón, eres una maltratadora psíquica»
Por otra parte, y para lograr el entendimiento de la actitud de la hija en dicho conflicto familiar, tanto el Juzgado de Instrucción número 3 de Alcobendas, ocupado del litigio por la custodia, como el Juzgado de Menores número 4 de Madrid, que terminó condenando a la hija por maltrato, solicitaron dos informes periciales.
Tiempo después, el 17 de julio se requería un trabajo de campo con el fin de estudiar y conocer la realidad de ese entorno familiar (madre, padre e hija), y la verdad en el conflicto.
Meses más tarde y con el documento ya cerrado, se sabe que en propio texto los profesionales barajan la posibilidad de que Rocío Flores, la hija mayor del matrimonio, estaba condicionada conductualmente por su padre.
Estos serían algunos de los fragmentos que incluye el documento desarrollado por el equipo técnico psicosocial del Tribunal Superior de Justicia de la CAM y recuperado por 'Vanitatis':
- «La menor no reconoce a su figura materna como figura de autoridad, y muestra un conjunto de argumentos encorsetado que resultan muy similares a los mostrados por su padre».
- «El entorno de su madre (incluida su pareja Fidel y algunos tíos y primos, con los que se relaciona escasamente) es percibido como negativo. Igual que en el caso de la figura materna, las descripciones son ambiguas, y se describe un rechazo globalizado (no asociado a causas específicas)».
- «La menor percibe a su padre como perjudicado por su madre, y se aprecia en su actitud y descripciones una clara tendencia a proteger a esa figura».
- «La menor, dentro de la actitud de defensa y protección de su padre, asegura espontáneamente que no ha mantenido ninguna conversación con él sobre su madre o el conflicto entre sus padres, pero sus descripciones son coincidentes con las expuestas por el Sr. Flores».
- «Recibiendo la menor presiones, más o menos conscientes, y adoctrinamiento más o menos consciente, que dan como consecuencia el rechazo frontal a la madre».