Rocío Carrasco asegura que va a destapar todas las mentiras que se han vertido hacia su persona en el último cuarto de siglo en la serie documental producida por La Fábrica de la Tele, 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', y que se emitirá los domingos en Telecinco.
Uno de los primeros totales que la productora ha emitido a modo de exclusiva, para que los espectadores tomen nota de la magnitud del contenido que hay en las grabaciones, Rocío Carrasco ha asegurado que a pesar de todo ella se considera «buena madre».
Parece que un juez tampoco le ha quitado la razón a la hija de Rocío Jurado. El magistrado entendió tras escuchar los testimonios de madre e hija que la animadversión de Rocío Flores contra su madre estaba condicionada por una visión de parte de todo el entramado familiar que estaba sucediendo.
Antonio David Flores podría haber condicionado a su hija en cuanto a la relación de esta con su progenitora se refiere. Lo cierto es que el final de aquel matrimonio entre el ex guardia civil y la presentadora fue un auténtico calvario que continúa hasta nuestros días.
Acusaciones no probadas
Antes de que llegara el fatídico día de la nectarina en el que aseguran que Rocío Flores agredió a su madre, el mismo día en el que la relación materno-filial llegó a su fin, ya se había apelado ante tribunal que la nieta de la cantante se mudara por completo a casa del ex guardia civil.
Según ha adelantado Vanitatis en una exclusiva, Antonio David Flores se personó en el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Alcobendas para solicitar un proceso de modificación de medidas tutelares en relación con la primogénita del ex matrimonio un mes antes del fatídico día.
El colaborador declaró que su propia hija era quien no deseaba permanecer en el hogar de Rocío Carrasco y Fidel Albiac. Es más, manifestó que la menor se sentía maltratada y que en marzo del presente año, 2012, Rocío hija se había fugado por voluntad propia a casa de una amiga.
Para demostrar la veracidad de su testimonio y exigir la custodia completa de la primogénita, el ex cuñado de Gloria Camila entregó en el juzgado un informe psicológico elaborado por una doctora a quien él mismo requirió.
En el documento se plasmó que Rocío Flores aseguraba que «su madre no la quiere», «no tiene confianza en ella», «que la obliga a estudiar con la puerta abierta», o que «la golpea agarrándola a veces por el cuello».
No obstante, este informe quedó en el limbo porque no pudo ser ratificado posteriormente en el proceso judicial que condenó a la menor por malos tratos porque la psiquiatra (cuyas iniciales corresponden a O.T.L.) que firmó el susodicho, no se personó en el proceso judicial. A pesar de que el informe a miras de la ley careció de valor, sí fue el precursor de muchos hechos que sucedieron en el clan Jurado los días venideros.
Rocío Carrasco lleva a su hija a declarar contra ella
El juez que estudió aquel caso, incrédulo ante las palabras de la menor, denegó que Antonio David Flores se adueñara de la custodia. Rocío Flores tuvo que volver a casa con su madre y su hermano David.
El 05 de julio de 2012, la hijastra de José Ortega Cano recibe en su hogar un requerimiento del juzgado de Rocío Flores para la vista que se celebraría a la semana siguiente contra ella misma, Rocío Carrasco.
Seis días más tarde, la exmujer del guardia civil lleva a su hija a los Juzgados de Alcobendas para que cuente cómo la menor se sentía violentada por su madre y que, por extensión, quería cesar la convivencia con su progenitora e irse con su padre, Antonio David.
Los nervios por aquella situación tan bizarra y tormentosa estaban a flor de piel entre madre e hija. Rocío Carrasco y la hermana de David Flores se encontraban en la cocina del domicilio familiar cuando se enzarzaron en una disputa.
La adolescente gesticulaba con un cuchillo que sostenía en la mano porque estaba cortando una pieza de fruta. Su madre intentó quitárselo, pero la menor se opuso y cortó a su madre en un dedo de la mano.
Aquel incidente no trajo consecuencias judiciales para la sobrina de Gloria Camila. Pero el suceso sí fue objeto de estudio por la Fiscalía de Menores como un posible delito de malos tratos de Flores hacia Carrasco quien solicitó que este hecho fuera punible para la joven.
La mujer de Fidel Albiac «corroboró lo expuesto por Rocío Flores, en orden a que su hija en ningún momento la amenazó, cortándose ella en un dedo de forma fortuita cuando intentaba que la menor no sufriera daño alguno, al gesticular a la vez que intentaba cortar una manzana», testificó.
Las palabras de la progenitora fueron entendidas por la jueza instructora del caso como una protección maternal que no busca hacerle daño a su hija. La madre «no arremete de forma indiscriminada contra la menor, pues pone de manifiesto tanto aquello que puede perjudicar a Rocío Flores como lo que le beneficia», afirmó la jueza.
Sin embargo, en lo que a Rocío hija se refiere, la jueza aseguró que el testimonio de la adolescente caía en «francas contradicciones» con el objetivo puesto en perjudicar a su madre.
El Tribunal Superior inició una investigación para conocer el entorno familiar de los menores
Al día siguiente del episodio con el cuchillo, Rocío Carrasco llevó a su hija a los juzgados para la vista, como se le indicó en la carta. El magistrado encargado del caso no dio credibilidad al relato de Rocío Flores y la envió de vuelta con su madre. Además, solicitó un informe al equipo técnico psicosocial adscrito al Tribunal Superior de Justicia de Madrid para descubrir en qué ambiente familiar crecían los menores.
La conclusión a la que llegó tras recibir su petición fue que los dos hijos del matrimonio padecían los daños colaterales de un divorcio turbulento. A mayores, los informes recogían que Antonio David Flores podría estar condicionando a su hija en cuanto a la relación de esta con su madre.
En noviembre de ese año, la Agencia de la Comunidad de Madrid para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor redactó un dosier donde se adjuntaban entrevistas a los menores y a su entorno familiar. En ellos, se detalló que Rocío Flores era capaz de mentir a favor de su padre aunque eso implicase dañar a su madre.
En definitiva, según acreditan los informes avalados por la justicia en aquel año, Antonio David Flores podría haber modificado la visión de su hija hacía Rocío Carrasco motivado por las redecillas entre la ex pareja.