Aunque seguramente la parte más divertida de 'La isla de las tentaciones' es ver como los concursantes se saltan las normas y superan las barreras establecidas con sus parejas, hay momentos en los que los concursantes nos hacen volver a la vida real y ver que al final, entre bailes, fiestas y bebidas con burbujas, también se ocultan sentimientos y recuerdos de las parejas con las que entraron y con las que viajaron desde España para poner a prueba el amor que se tienen.
Esta noche hemos visto como Lola se arrepentía de haber avanzado tanto con el tentador Simone, llegando a decirle que tenía que distanciarse de él para poder recuperar su relación con Diego, su novio. Las intenciones eran buenas y ella incluso ha llegado a decir que se sentía algo molesta cuando Simone la abrazaba, pues el sentimiento de culpabilidad la estaba empezando a invadir.
Este compromiso e intención de la joven ha durado muy poco, pues cuando ha llegado la noche si bien es cierto que no se ha vuelto a acercar a Simone, lo ha hecho con otro tentador y con el que no ha tenido ningún problema en dormir con él y compartir juegos manuales debajo de las sabanas. Nos estamos refiriendo a Carlos y que en un principio quería dormir con Lucía, aunque en el último momento se ha acabado decidiendo por Lola.
Lo que no esperábamos es que la tercera edición de 'La isla de las tentaciones' tendría una sorpresa más y que nos ha pillado a todos por sorpresa. Sandra Barneda ha irrumpido en la villa de los chicos para dar un regalo a los chicos. Este regalo consiste en dejarles un televisor en el que pueden ver lo que están haciendo sus parejas en la otra casa. Pero atención porque este regalo tiene unas normas y que han acabado decidiendo la mecánica del juego.
Solamente uno de ellos podía disfrutar de este privilegio y podía hacerlo durante diez minutos y en compañía de Sandra Barneda. Finalmente todos han decidido que el merecedor de este regalo tenía que ser Diego para ver que estaba haciendo Lola. Los otros o bien por qué sus relaciones aún aguantan o porque ya las dan por rotas, han dejado que el joven pueda ver lo que está pensando su novia en la otra villa.
Diego se siente culpable
Durante estos diez minutos viendo a través de la mirilla, Diego ha podido presenciar como su novia se confesaba a su amiga Lucía. A esta le decía que se arrepentía de todo lo que había hecho con Simone y admitía que al lado de Diego ha sido muy feliz y que habían llegado a ser la pareja ideal. Esto lo decía entre lágrimas y lo que es más importante, sin saber que al otro lado estaba su novio viendo todo lo que ella decía.
El cronómetro iba avanzando y Diego iba viendo el arrepentimiento de su chica, una reacción que quizás no esperaba y que lo ha acabado desencajando por completo, mostrando unos sentimientos y un rostro que no habíamos visto hasta el día de hoy. Finalmente los diez minutos han pasado y Sandra Barneda le ha preguntado por lo que estaba pensando después de ver a Lola.
Este admitía que se sentía culpable. Pues si bien es cierto que Lola se había sobrepasado con otros chicos, estaba pensando como arreglarlo, mientras que él seguía yendo a la suya y pasándoselo en grande en su villa. Diego ha dicho que a lo largo de su vida ha perdido muchos amigos y alguna que otra relación anterior por actual sin pensarlo y con mucho egoísmo. Un egoísmo que ahora contempla dejar de lago para perdonar a Lola y recuperar la relación que tenían antes de entrar en el 'reality'.
Ahora la pelota está en el tejado de Diego y tendrá que ver si sigue con la tentadora Carla o si centra sus esfuerzos en volver a retomar la relación con Lola.