La muerte del duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, supone un antes y un después dentro de la realeza británica. Sobre todo, porque debido a la pandemia, no podrá celebrarse un entierro multitudinario y con todos los honores, como suelen acostumbrar de cara a este tipo de acontecimientos.
Por otro lado, toda la atención está puesta en el príncipe Harry y Meghan Markle, los que han sido los indiscutibles protagonistas estas últimas semanas. Su entrevista con Oprah Winfrey ha generado un gran revuelo, además de que han tenido que enfrentarse a situaciones bastante complicadas como varios intentos de allanamiento de morada en su casa de Montecito en California.
Eso, sumado a las feroces críticas que han recibido, algunas de las cuales provienen de parte de familiares de Meghan, como su hermana Samantha, la cual no ha dudado en tacharla de narcisista y psicópata, entre otras cosas.
Así, la muerte del duque de Edimburgo llega en un momento bastante complicado, puesto que ahora Meghan y Harry tendrán que encarar un verdadero papelón, aganchando la cabeza y viéndose las caras con todos aquellos a los que acusaron de 'racistas' y de haber desprotegido a la que fuese duquesa de Sussex.
Todos analizan muy de cerca los pasos que va dando la pareja, aunque de momento simplemente se han limitado a compartir sus condolencias con un mensaje en su página web. «En memoria de su alteza real, el duque de Edimburgo. Gracias por tu servicio... Se te va a echar mucho de menos», puede leerse.
Lo cierto es que Harry parecía estar muy unido a su abuelo, y se habría interesado por su salud, la cual se había visto muy resentida en los últimos meses. Así, aunque todavía no se sabe la decisión que tomará la pareja, puesto que saben de primera mano que si vuelven a Inglaterra puede que no sean muy bien recibidos, -además, son conscientes de que su presencia podría acaparar toda la atención-, sí que podrían plantearse acudir en señal de respeto a acompañar a la reina Isabel II en el último adiós al que fue su compañero de vida durante 70 años.
Lo que queda claro es que el pueblo británico ha manifestado abiertamente su rechazo a la pareja despúes del escándalo que se ha generado con su polémica entrevista, y han pasado de ser los más queridos y admirados, a convertirse en personas 'non gratas' dentro de su propia familia. Ahora, queda esperar para ver si este triste suceso consigue acercar posturas y calmar las aguas dentro de la familia.
Letizia y Felipe, muy afectados con el fallecimiento del duque de Edimburgo
Por otro lado, los reyes Felipe y Letizia también han quedado muy afectados con la noticia del fallecimiento del duque de Edimburgo, y no han dudado en transmitirle su cariño a la reina Isabel II mediante un emotivo comunicado.
«Querida tía Lilibet, hemos sentido una profunda tristeza al recibir la noticia del fallecimiento de nuestro querido tío Philip. En estos momento dolorosos, queremos trasladaros nuestras más sentidas condolencias en nombre del Gobierno y del pueblo español, así como también toda nuestra cercanía y apoyo», citaba el escrito.
«Nunca olvidaremos las ocasiones en las que pudimos compartir con él ni el legado de servicio y dedicación a la Corona y al Reino Unido que siempre desempeñó a vuestro lado. Nuestros pensamientos y oraciones están con vuestra majestad y con toda la familia».
De momento, se desconoce si los reyes se trasladarán también a Londres para darle el último adiós al duque, quien además guardaba parentesco familiar con la reina emérita Sofía. De hecho, era hijo del príncipe Andrés de Grecia y la princesa Alicia de Battenberg, por lo que su tío era el rey Constantino I, abuelo de la reina emérita.