Iker Jiménez se ha convertido a lo largo de los años en uno de los presentadores más carismáticos de la televisión en España. Pero junto a los admiradores que le aplauden por la pasión que pone en su profesión y el empeño en investigar la cara oculta de las cosas, se ha conreado también un nutrido grupo de detractores que le dirigen todo tipo de críticas, y algo más.
Porque según ha denunciado el presentador de «Cuarto Milenio», ha recibido todo tipo de amenazas de gente que no quiere que toque algunos temas. Iker ha diferenciado claramente entre las críticas de buena voluntad y las amenazas, algunas de ellas espeluznantes.
Lo ha hecho a través de su cuenta de Twitter, donde Iker Jiménez ha denunciado las graves amenazas de las que es objeto. En su opinión, se trata de mensajes de gente que «no quiere que toque ciertos temas». Iker se ha dirigido a los que «de buena voluntad me piden que no toque ciertos temas» para decirles que «estoy aquí para preguntarme por todo con cierta libertad, y para que se debata en casa».
Pero también ha puesto de manifiesto que recibe amenazas de todo tipo y que algunas críticas vienen con mala intención: «A los que me dicen que apareceré en una cuneta, pues sinceramente espero que no llegue la sangre al río». El presentador del programa adjunta el mensaje con un emoticono quitándole importancia al asunto, aunque es fácil de imaginar el tipo de mensajes que recibe.
La verdad es que Iker Jiménez está tocando temas sensibles en su espacio informativo y esto le causa muchas críticas. Hace apenas unos días, el propio Iker Jiménez compartió en Twitter lo «complicado» que había sido el programa donde trataba el asesinato de los marqueses de Urquijo y la inmigración de Canarias. «Era un programa complicado, lo hicimos lo mejor que pudimos».
En aquella ocasión, Iker aseguró que siempre actúa con la intención de «tocar todos los temas interesantes, incluso los que parecen casi intocables». En algunos casos, los temas de misterio generan controversia pero solo quedan en algunas críticas. En otros casos, Iker y sus colaboradores hablan de temas más sensibles que, cuando se apagan las cámaras, se traducen en insultos y amenazas a través de las redes.
Polémicas en 'Informe Covid'
De hecho, Iker ha dado este año un paso más al abordar la pandemia del coronavirus desde su espacio «Informe Covid», en el que analiza la actualidad de la pandemia desde su enfoque habitual. En su intento de abordar la «cara oculta» del coronavirus, Iker Jiménez ha puesto encima de la mesa teorías de la conspiración que no siempre han sido bien recibidas por la audiencia.
De algún modo, a lo largo de todos estos años dede «Cuarto Milenio», pero de una forma más intensa en los últimos meses desde «Informe Covid», el presentador se ha convertido en una especie de azote de la versión oficial y se ha presentado como una víctima de las supuestas presiones de determinados poderes para que no se investigue la verdad de la pandemia y otros temas.
Hace poco, su programa ya levantó mucha polémica porque el doctor César Carballo proponía un remedio para no contagiarse en las cenas de Navidad y aprovechaba para vender un producto elaborado por él. Algo que para muchos era claramente una voluntad de aprovechar el coronavirus para enriquecerse. Otros acusan a Iker de difundir bulos desde su espacio.
En el centro de la polémica
Una de las mayores polémicas de «Informe Covid» fue su entrevista a la doctora Li Meng Yan, una viróloga protegida por el FBI que dice que escapó de China para difundir «la verdad sobre el coronavirus». Esta científica asegura que el virus fue creado en un laboratorio militar chino.
Aunque buena parte de la comunidad científica ha refutado los argumentos de Li Meng Yan, Iker Jiménez defendió la entrevista de esta forma: «Es nuestra obligación el hecho de saber la verdad, como hacemos con cualquier otro tema, pero claro, nunca ha habido un tema tan importante como lo que está ocurriendo ahora». Iker definió a la doctora china como «la gran disidente» en este tema.
El presentador volvió a enfatizar esa imagen de sí mismo como alguien que va a contracorriente: «Luego vi que los medios que insistían con furia en que todo era un bulo eran los mismos que con la misma certeza sentenciaban que el virus era un resfriado, y se reían de las mascarillas. Que no pasaba nada».
Para muchos, Iker Jiménez se ha convertido en poco más que un blanqueador de los bulos y las «fake news» que circulan estos meses. Él defiende que estas acusaciones son una forma más de presión para que no se sepa la verdad de este y muchos temas. Y para ello, según ha denunciado, hay quien además de la crítica legítima utiliza horribles amenazas.