Jesulín de Ubrique ha concedido una de las entrevistas más sinceras en el programa que Toñi Moreno presenta en Canal Sur y que se emitirá el próximo lunes 28 de septiembre. El torero no ha dudado en abrirse en canal y ha respondido a las preguntas más intimas que la andaluza le ha realizado. De esta manera, Jesús Janeiro confesaba lo fuerte que es su matrimonio con María José Campanario.
«Llevo 18 años casado con mi mujer y año y medio que estuvimos de pareja. Y en ese intervalo de tiempo pues hemos tenido nuestras diferencias, nos han puesto muchísimas trabas en el camino y aquí estamos» explicaba haciendo referencia a los continuos rumores de ruptura que planeaban sobre su relación.
El momento más desgarrador de la entrevista llegaba cuando Jesulín ha recordado a su padre. El diestro no ha podido contener la emoción al hablar de cómo empezó en el mundo del toro gracias a su padre Humberto, fallecido hace un mes. «Le dije a mi padre que si quería que fuese torero, me dijo que sí» ha contado Jesús recordando las dificultades económicas por las que estaban pasando y por las que casi pierden su campo a punto de ponerlo a la venta. «Le pedí entonces que no vendiese el campo».
Con la voz completamente rota y los ojos inundados en lágrimas, Jesulín recordaba la figura de su padre intentando contener la emoción. Durante la entrevista, el marido de María José Campanario ha desvelado el futuro profesional con el que sueña su hijo mayor, Jesús Alejandro, que ahora tiene 13 años.
Al parecer el pequeño tiene claro que de mayor quiere ser torero. Un deseo que Jesulín de Ubrique tenía claro que iba a llegar. «Yo esperaba ese momento algún día» confesaba. Fue entonces cuando decidió poner a su hijo a prueba delante de 50 becerros. «Escoge uno» le pidió a Jesús Alejandro.
Entonces cogió el capote y la muleta y «le pegó esos diez pases y dijo '¿no querías que yo toreara? Pues ya he toreao» explicaba entre risas Jesulín de Ubrique a Toñi Moreno. Parece ser que el clan Ubrique tiene asegurado la continuidad en el mundo del toreo de manos del pequeño Jesús Alejandro quien apunta maneras en la profesión.