La hija de Manolo Escobar, Vanessa, tenía intención de dedicar su carrera profesional al mundo de los medios de comunicación. El nacimiento de sus dos hijos, uno de ellos con síndrome de Down, le obligó a cambiar de planes. Lo dejó todo de lado para centrarse a su cuidado.
El pequeño, de nombre Manuel, ya tiene 6 años. Consigue sacarle una sonrisa a su madre cada vez que entona el ¡Y viva España! y emula a su abuelo. También se atreve con las notas de El porompompero, como recoge algún medio.
Vanessa siempre estuvo muy vinculada a sus padres adoptivos. Por eso guarda un gran recuerdo de ellos. Manolo Escobar fallecía en 2013 y tres años más tarde su esposa Anita.
La hija del matrimonio lleva orgullosa sus apellidos: García Marx. En cualquier caso, sabe que siempre se le identificará como la hija de Escobar.
Sus padres habían intentado en varios ocasiones tener descendencia, pero los continuos abortos que sufrió Anita les llevó a tramitar la adopción. A los tres días de nacer ya la tenían en casa. Era el ojito derecho del cantante, a la que dedicó alguna canción, como Mi pequeña Vanessa.
Para algunos podía resultar muy cursi la letra de este tema, pero él nunca dejó de interpretarla. Este trabajo musical consiguió que muchas parejas en su situación se identificaran con la historia de su adopción.
Ella creció en un ambiente en donde no le faltó de nada. Sus padres le dieron todas las atenciones posibles para que fuera feliz. "Mi madre dejó de viajar con mi padre y se dedicó a mí por completo", recuerda la hija de Manolo Escobar.
Explica que cuando tenía 7 años Anita "me contó cómo me adoptaron, pero en forma de cuento". Asegura que nunca tuvo curiosidad por saber quiénes eran sus padres biológicos. Los adoptivos le habían dado todo el amor posible, y todo lo demás quedaba relegado a un segundo plano.
Vanessa estuvo siempre a la altura. Fue bastante discreta y dedicó muchas atenciones tanto a Manolo como a Anita. A diferencia de los hijos de otros famosos, nunca les dio un disgusto y trató de llevar una vida lo más sencilla posible.
Hace un año y medio reapareció en los medios de comunicación para abordar un tema de actualidad que le afectaba en primera persona. Los cambios en la Ley de Educación dejaban en entredicho el futuro de los centros de educación especial. Ella era una madre más que quería mostrar su preocupación.
La normativa implicaba que algunos niños con necesidades especiales ingresasen en centros ordinarios. Aseguraba en Espejo Público que pretendía que su "hijo pueda defenderse en la sociedad". Y consideraba que las mejores herramientas las encontraría en un "centro de educación especial".
Explicaba que "mi hijo no necesita aprender raíces cuadradas", en alusión a las materias que se enseñan en los centros convencionales. Los jóvenes como su pequeño precisan de otros instrumentos para formarse, en donde debe haber también una atención personalizada.
La hija de Manolo Escobar, alejada del foco mediático
La hija de Manolo Escobar procura llevar una vida lo más feliz posible al lado de los suyos. No le falta el cariño de su pareja, Esteban, un arquitecto orensano con el que lleva 24 años juntos. Han esquivado siempre a los medios de comunicación y poco más se sabe de su matrimonio.
Además de Manuel, de 6 años, también disfruta de la compañía de Marta, que fue la primera en llegar hace 9 años.
Pese a licenciarse en Ciencias de la Información y hacer algún pequeño papel como actriz, Vanessa decidió aparcarlo todo. Sus hijos, sobre todo el pequeño, le roban mucho tiempo y ella está encantada.
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