Gustavo González acostumbra a ser uno de los colaboradores de 'Sálvame' que ocupan una segunda línea y que no acostumbran a destacar por sus aportaciones en el programa pero cuando lo hace es para levantar ampollas y contar historias que dejan a todo el mundo asombrado. El tertuliano compagina su trabajo en televisión con el trabajo de paparazzi, una profesión de alto riesgo y que le ha hecho protagonizar situaciones increíbles.
El fotógrafo ha contado en su programa que hace algunos veranos se encontraba en Mallorca realizando fotos a la familia real y una de las situaciones que pudo captar fue un día de playa del ahora Rey Felipe, su hermana la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarin. El fotógrafo estaba realizando las fotos desde un acantilado mientras captaba a los miembros de la familia real. En ese momento apareció en la zona el equipo de seguridad de la casa real e intentaron por todos los medios paralizar la tarea de González.
Los miembros de seguridad encañonaron al fotógrafo y a su asistente, pidiéndoles que dejaran las cámaras y se identificaran. Según ha contado Gustavo estuvieron más de quince minutos con las manos en la cabeza, mientras que los agentes les apuntaban con su arma reglamentaria, para más tarde ser cacheados por los agentes y también por la patrulla canina.
El hermetismo total de la familia real
Ahora están empezando a salir algunos de los trapos sucios de la familia real española, algo que parecía imposible por el pleno hermetismo que han protagonizado durante muchos años, con algunos periodistas que se callaban muchos datos por miedo a no poder demostrar las informaciones que se estaban dando y que además, contenían datos de alto voltaje.
Ahora, la imagen del rey emérito está más en duda que nunca y por este motivo ha decidido poner tierra de por medio, refugiándose en un territorio lejano dónde poder vivir tranquilamente alejado de todo el foco de la polémica y con unas informaciones que día a día ponen en duda su buena práctica como rey de España.