Kiko Rivera ha perdonado a su madre, y así lo anuncia a bombo y platillo mediante una impactante exclusiva concedida a la revista Lecturas. Un drástico giro de los acontecimientos que llega a raíz del fallecimiento de su abuela Doña Ana, y el abrazo de 15 minutos que le dio a Isabel Pantoja.
Un abrazo que ha hecho al Dj replantearse muchas cosas. Tanto es así, que ha retirado la demanda que tenía interpuesta contra su tío Agustín, y habría instado también a sus hermanos, Fran y Cayetano, a que hagan lo propio.
¿Implica esto el fin de la guerra que lleva meses regalándonos titulares? Parece que ni mucho menos, ya que Kiko tiene otros dos objetivos en el punto de mira.
El marido de Irene Rosales está decidido a explotar su ira mediática contra su prima Anabel Pantoja, a la que acusa de haberle traicionado, y contra su hermana Chabelita.
En cuanto a sus otros dos hermanos, Fran y Cayetano Rivera, ellos parecen haber aceptado la decisión del hijo menor de Paquirri.
Así, en una entrevista concedida a La Razón aseguran que "por un par de trajes no merece la pena enfrentar a un hijo con su madre". Ese sería el motivo por el que, de momento, habrían desistido en su intención de llevar a cabo acciones legales.
"Por nuestra parte, no hay ninguna causa interpuesta. La puedo poner cuando quiera porque no ha prescrito. La causa no está muerta", advertía el abogado de los Rivera.
De esa forma, asegura que la tonadillera sigue obligada a devolverles los bienes de su difunto marido.
"Isabel Pantoja todavía está pendiente de la posible acción judicial civil sobre la parte de los bienes de la herencia no entregados a los hijos del difunto Paquirri".
Y es que ni siquiera Carmen Ordóñez, madre de Fran y Cayetano, lograba ganar el pleito legal contra Pantoja en el que le reclamaba la entrega de los efectos personales de Paquirri. Unos bienes que les pertenecen por derecho y se estipulan en el testamento del torero.
Fran y Cayetano Rivera le dan una tregua a Isabel Pantoja
"Se ha hablado de oídas durante décadas, pero lo cierto es que se aquietó en la Audiencia y lo perdió", señalan. "Durante 24 años ha estado parada la historia, pero no prescribe hasta los 30, así que aún tenemos cinco años para actuar. Igual un día, con más sentido común, lo arreglamos", sostiene el abogado.
"Habría que llevarla al juzgado pero el testigo que tiene que ir es el hijo de ella", remarca. Y en este caso, Kiko ya no está dispuesto a seguir adelante con el proceso.
"No es que él no quiera, el que no quiere soy yo", explica el letrado. "Nosotros somos ocho hermanos y yo soy un gran amante de la familia", asegura.
"Yo por dos trajes y dos cabezas de toro, y yo como abogado, no voy a poner a un hijo contra su madre", insiste.
"Si ella no tiene escrúpulos, no me voy a poner a su altura. Para mí no vale todo", zanja con severidad.
Sin embargo, puede que sus argumentos no terminen de convencer, ya que "la reclamación de los hermanos se produce cuando madre e hijo ya están enfrentados".
Poco a poco, parece que las aguas vuelven a su cauce en Cantora, y por primera vez en meses, Isabel Pantoja ha reabierto las puertas de la finca.
Así, era ella misma la que instaba a sus hijos y sobrina a que volviesen a casa después de la boda de Anabel para hablar con calma sobre todo lo ocurrido.
De hecho, la tonadillera está de lo más emocionada esperando el ansiado reencuentro con sus nietos, a los que hace meses que no ve. Un momento muy emotivo y especial que le darán fuerzas para salir adelante.