Hace tiempo que Rocío Flores no mantiene ningún tipo de relación con su madre. Sin embargo, los motivos que las llevaron a ese distanciamiento siguen siendo objeto de debate.
Para empezar, Carrasco explicaba en su docuserie la brutal paliza que le había propinado su hija con tan solo quince años.
Mientras tanto, la joven se niega a hablar sobre el tema y muestra una faceta muy diferente. La de una niña que ha tenido que aprender a vivir sin el afecto de su madre.
Una madre a la que acusa de haber permitido que desde programas como Sálvame arremetan contra ella y la acosen de manera constante.
"Me da pena que permita que sus compañeros de Sálvame hablen de mí como ellos hablan. Me sorprende que mi propia madre lo permita", se lamentaba públicamente.
Rocío Flores hacía referencia a los brutales ataques que ha estado recibiendo por parte de colaboradores como Kiko Hernández.
"Soy una persona que intenta avanzar en la vida. Me encantaría que las cosas fueran a mejor y veo ese tipo de reacciones y me quedo petrificada", explicaba Ro.
"La respeto y la voy a querer igual porque es mi madre. Me ha parido, la quiero y me duele".
Aunque, eso sí, la joven dejaba muy claro que no pensaba "venir todos los días llorando, y más cuando estoy viendo por la otra parte que se están haciendo las cosas cómo se hacen".
"El día que ella quiera, aquí estoy, no me voy a ir nunca porque es mi madre. A pesar de que no estoy de acuerdo de lo que se está haciendo y permitiendo", zanjaba.
Y después de estas declaraciones, parece que Rocío Carrasco ha decidido reaccionar. Al parecer, desde su entorno han decidido darle un toque de atención a la joven para que guarde silencio.
Sobre todo, porque la nieta de La Jurado se ha venido arriba y amenaza con hundir Sálvame, habiéndose enzarzado en fuertes discusiones con colaboradoras como María Patiño o Carlota Corredera.
La amenaza velada de Carlota Corredera a Rocío Flores
Así, señalan a Rocío como la mano derecha de su padre, a la que Antonio David sigue manipulando con la intención de hacerle daño a Carrasco.
Corredera, gran defensora de Rociíto, arremetía con dureza tanto contra la colaboradora de El Programa de Ana Rosa, como contra su tía, Gloria Camila.
"Rocío, a nadie de La Fábrica de la Tele le has sentado en un banquillo. Tu denuncia ha sido archivada, has recurrido pero hay que decir la verdad a la audiencia. Está archivada", le recordaba.
"Pon las demandas que creas oportunas pero no digas que has sentado a la cúpula de esta productora en un banquillo porque no es cierto. Entramos en esta dinámica de dar por verdad cosas que son falsas y esa distorsión nos salpica a todos", le advertía.
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Unas palabras que esconden una amenaza velada para reclamarle a Flores que no siga echando basura sobre Sálvame.
De hecho, el programa de Telecinco está dispuesto a publicar su llamada telefónica del día que se estrenó la docuserie. Una llamada que no la dejaría en muy buen lugar y en la que quedaría retratada su personalidad.
Un día en el que la joven estaba muy alterada y dispuesta a todo por evitar el desastre. "El día que arranca la serie de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', estaba Jorge Javier al frente y ese programa lo dirigió Alberto Díaz", desvelaba Corredera.
"Alberto recibió en directo una llamada de Rocío Flores. Vamos, no sé si Alberto se habrá arrepentido de no darle paso a esa llamada porque a nosotros que dice que no la cuidamos ese día yo creo que se la protegió mucho".
"Porque te aseguro que el discurso que le dijo por teléfono a Alberto exigiéndole de muy malas maneras que quería entrar en directo...", insinuaba.
"De momento, me voy a quedar en que no se creía absolutamente nada de lo que estaba contando su madre. Y que no tenía ningún sentimiento hacia esas palabras que estaba diciendo".